Mándanos señor: agua… mucha agua
Para que no se marchiten trinitarias y cayenas
No se extingan lebranches y bocachicos de la pecera
Y sea abundante la leche de las vacas en las parcelas
Mándanos agua señor
Para que llueva a cantaros en la noche tranquila
La llovizna mitigue el ardiente sol del mediodía
Y en la tarde los arboles muestren su esplendor humedecidos
Mándanos agua señor
Para que los perros no mueran con mal de rabia
Los pájaros puedan volver a mirar hacia ti, bien arriba
Y los niños no lloren por deshidratación y sin comida
Mándanos agua, abundante agua ¡señor!
Te lo pedimos con fervor y arrepentidos
Es nuestra culpa no haya llovido
Por nuestra ciudad, nuestro país y la nación
Ten piedad de nosotros… que en ti hemos creído