Autora: Diana González Torres
Promover el reconocimiento en torno a la importancia de las algas marinas como un componente fundamental en la estructura y dinámica de los ecosistemas marinos es uno de los propósitos con los que fue instalada la exposición “Algas marinas del Caribe y el Archipiélago de San Andrés Providencia y Santa Catalina” en el Jardín Botánico de la Sede Caribe de la Universidad Nacional.
Las algas son organismos esenciales para el sostenimiento de la red trófica de los océanos y el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas marinos, de ahí que la Sede Caribe, a través del Jardín Botánico, y la Vicerrectoría de Sede Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia, a través de la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural (DMPC) de la Sede Bogotá, hayan unido fuerzas e intercambiado conocimientos y experiencias profesionales para la promoción de un sentido de reflexión alrededor de los ecosistemas de la Reserva de Biósfera Seaflower, como fue declarado este complejo de islas por la Unesco en el año 2000, en un intento por centrar la atención sobre el valor ecosistémico que alberga, y la importancia de generar estrategias para conservar y usar de forma sostenible sus recursos naturales.
La preocupación se desprende de la poca atención que muchas naciones tropicales, incluida Colombia, han dado a estos organismos, cuya diversidad ha sido subestimada. Por ejemplo, recientes investigaciones han revelado que la diversidad de macroalgas del istmo es mucho mayor de lo que se creía, por cuanto es una de las reservas marinas más extensas del planeta.
Pero, ¿qué son y cómo son las algas?
Las algas son organismos fotosintéticos con una estructura sencilla, sin hojas, raíces, flores y frutos. Aunque se pueden encontrar en todos los ambientes, incluyendo los desiertos y la nieve, generalmente han sido asociadas con los ambientes marinos y dulceacuícolas.
Pueden ser microscópicas (microalgas), y macroscópicas (macroalgas).
Su importancia
Las algas marinas son un componente fundamental en los ecosistemas marinos costeros, ya que son productores primarios, fuente de alimento y refugio para herbívoros e invertebrados. De igual forma, participan en la consolidación de playas y arrecifes de coral y, gracias a sus componentes, han sido utilizadas como materia prima para la elaboración de diversos productos de consumo humano que son comerciados en las industrias farmacéutica, petrolera y alimenticia. De ahí que constituyan un mercado importante y de rápido crecimiento.
Entre los principales consumidores de estos organismos se encuentran los países asiáticos, como China, Japón y Corea; sin embargo, en Francia también se está promoviendo el uso de algas para restaurantes y uso doméstico. A su vez, los habitantes de las costas de algunos países en desarrollo han promovido la generación de un mercado informal en el que las algas son ingrediente para ensaladas y algunas preparaciones culinarias, y en el Caribe, incluyendo el Archipiélago de San Andrés, pescadores artesanales recolectan el alga Eucheuma isiforme para preparar coladas con supuesto poder afrodisíaco.
En cosmética, las algas y sus extractos son usados en cremas y lociones de belleza, adelgazantes, exfoliantes y tratamientos para la piel. No obstante y aunque en menores medidas, las macroalgas también son usadas como alimento para el ganado, peces de acuarios y fertilizantes.
Algas: salvavidas
Ofiuros, moluscos y crustáceos se ocultan bajo las frondas de las algas grandes evitando ser depredados por diversos grupos de peces carnívoros. Por su parte, las algascoralinasdesempeñan un papel importante en la construcción de los arrecifes, ya que evitan su erosión. Además, al absorber la energía producida por las olas, ayudan a la protección de muchos invertebrados que habitan en las lagunas costeras y arrecifes de coral.
Y las algas verde-azules, los primeros organismos fotosintéticos que aparecieron sobre la faz de la Tierra, son las principales responsables de la presencia de oxigeno en nuestra atmósfera.
La exposición
Esta muestra expositiva parte de la investigación que desde hace seis años se encuentra adelantando la profesora Brigitte Gavio, líder del proyecto, quien junto con varios estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia han colectado macroalgas en diferentes ecosistemas del Archipiélago con el propósito de realizar un profundo estudio que contribuya al conocimiento de la biodiversidad de estos organismos.
A este objetivo se unió el Jardín Botánico de la Sede Caribe y la DMPC de la Sede Bogotá, instituciones que, mediante la exposición inaugurada el pasado viernes 13 de junio, buscan visibilizar los trabajos de investigación que desarrollan docentes y otros académicos en torno a diversos temas medioambientales, con la finalidad expresa de contribuir a la preservación de las especies y los ecosistemas, y a la transferencia de conocimientos en torno al desarrollo sostenible que de ellos puede hacerse.
Al respecto, el profesor Edmon Castell, director de la DMPC, manifestó: “la exposición Algas es fruto del trabajo concertado entre el Sistema de Museos de la Sede Bogotá con el Jardín Botánico de la Sede Caribe para visibilizar la investigación que durante seis años han venido adelantando profesores de la Sede Caribe. Entonces, este trabajo de investigación de seis años se ve reflejado en esta exposición que se inauguró la semana pasada”.
Según el estudio, a la fecha se han identificado 362 especies: 53 cianobacterias, 167 algas rojas, 42 algas pardas y 100 algas verdes. De este número, un 64% de las algas identificadas corresponde a especies que no habían sido reportadas para el Archipiélago, es decir, un total de 232 especies. Con estos hallazgos, la flora marina del Archipiélago se compone de 433 especies, más del doble de lo reportado anteriormente (201 especies).
La exposición podrá visitarse durante cuatro meses en el Jardín Botánico de la Sede Caribe de la Universidad Nacional, en San Andrés, y será accesible a cualquier persona que se encuentre interesada en el tema. “Con esta exposición se da un paso adelante en la disolución de las barreras que frenan la accesibilidad a la investigación que genera la Sede Caribe para el país”, concluyó el profesor Castell.