Autor: Alejandro Duarte Rueda
La Unión de Comerciantes, UNDECO, nació como una asociación democrática, inspirada y organizada por personas con grandes valores personales y morales, que durante los primeros 40 años de existencia le pusieron su sello de idoneidad y rectitud.
A ella llegaron muchas personas de todas las clases sociales, niveles intelectuales y económicos que aportaron su grano de arena con ideas de crecimiento gremial, mejoramiento de servicios a los afiliados, acercamiento entre proveedores y clientes-comerciantes, creación de eventos y homenajes merecidos al gran forjador del desarrollo de barrio como son los tenderos.
Como fue el sueño de sus pioneros y fundadores, UNDECO creció en número de afiliados y creció geográficamente en varias ciudades. Con un aparato administrativo idóneo y capacitado para asumir con responsabilidad los nuevos retos organizacionales, todo iba desarrollándose acorde con los planes y programas que cada Junta Directiva nueva le iba imprimiendo como base para su avance.
Ese aparente desenvolvimiento del gremio como organización hizo tránsito a cambios generacionales en su dirección y los mayores en edad, aquellos que durante 40, 30 o 20 años habían sido sus columnas sostenedoras, decidieron hacer uso de buen retiro por diversas causas.
LA DEBACLE: SE METIERON LOS QUE NO DEBÍAN ENTRAR
Algunos nuevos empleados de bajo rango, asumieron tareas que no les correspondían y tomaron poco a poco las riendas de la administración de la Asociación, llegando incluso uno incrustarse como miembro de directiva y tomando decisiones que afectaron gravemente las relaciones del gremio con empresas con tradición de apoyo a UNDECO.
Hijos de ilustres afiliados, estos empleados de bajo rango fueron aceptados en sus momentos por la dirección ejecutiva de UNDECO y por referencia de algunos directivos, para que les dieran la oportunidad de un empleo ya que sus vidas estaban al límite del desastre económico y familiar. Todos, sin excepción, lloraron y suplicaron por una oportunidad laboral que el gremio tuvo que esforzarse para incluirlos en su nómina en medio de la crisis económica propia de estas instituciones.
Inclusive algunos directivos se opusieron o dejaron constancia de que no estaban de acuerdo porque tales solicitantes de empleo no eran personas con referencias personales y laborales de buen comportamiento y honorabilidad.
ACCIONES RUINOSAS PARA ACABAR LO CONSTRUÍDO
Todos quienes hemos sido parte de UNDECO, ya sea como directivos, empleados y afiliados, durante 40 años, nos hemos sentido orgullosos de tener nuestros negocios inscritos en el listado del gremio.
Pero las acciones manipuladoras y de fatal manejo de miembros directivos de UNDECO que realizan estas personas antes descritas, están conduciendo al gremio a un despeñadero moral y social nunca antes visto en nuestra asociación.
Además de los daños en las relaciones gremio-empresas y gremio-afiliados, desmejora de los servicios que se ofrecen, fracaso en la realización de eventos culturales y sociales, están impulsando con descaro o impudicia la práctica de afiliaciones de personas que no tienen negocios u otros que tienen pero que con engaños los inscribieron como afliados, con el propósito único y exclusivo de hacerlos partícipes de las siguientes elecciones de nueva Junta Directiva de UNDECO y así generar resultados injustos e indebidos, por la aplicación en lo que se ha denominado como afiliaciones Golondrinas.
Definitivamente el gremio ha sido asaltado por estos sujetos inexcrupulosos que han impuesto su inmoralidad como forma de vida, sin prever consecuencias sociales, jurídicas y gremiales; sin importar si en el futuro inmediato UNDECO va a pasar de haber sido un reconocido gremio de rectitud y gran responsabilidad social durante 40 años a convertirse en una cueva de delincuentes y corruptos, sin ideales de servicio sino de explotación electorera.
Hago un llamado a todos los afiliados activos de UNDECO para que tomemos acción inmediatamente en la decisión clara de que queremos conservar nuestra institución gremial como estandarte de lo que siempre ha sido: un gremio correcto y al servicio de sus afiliados.