El mejor comentario de la oratoria de Hitler, es el que publicó el SvenskaDaggladet, diario de Estocolmo, a raíz del discurso pronunciado por el dictador alemán en septiembre de 1942, en las palabras siguientes:
- “En 1940, Alemania creyó haber triunfado; en 1941, creía que triunfaría. En 1942, cree que tiene que triunfar”.
En los pasajes siguientes, tomados de discursos y arengas de Hitler, queda patente cómo iba cambiando de tono a medida que los hechos desmentían, una tras otra, sus jactanciosas afirmaciones:
- Diciembre 30 de 1939.- “¡Que el año de 1940 nos traiga el fin de la guerra!; suceda lo que suceda, la victoria es nuestra”.
- Septiembre 04 de 1940:- “Pase lo que pase, Inglaterra se desplomará y caerá rendida; ni concibo ni admito, otra conclusión de la guerra. Los ingleses son muy especiales. Los oigo decir: Ya no viene. Pero a ello contesto: “Paciencia.., ¡ya llegaré!”.
- Diciembre 31 de 1940:- “En el año 1941 quedará consumado el máximo triunfo de nuestra historia. El año de 1941 verá a las fuerzas alemanas de tierra, mar y aire mucho más pujantes y dotados de elementos de combate más perfeccionados. Su empuje arrollará la última resistencia de los malvados causantes de esta guerra. Prometo solemnemente que, por cada bomba que nos lancen, nosotros lanzaremos cien”.
- Enero 30 de 1941.- “Estoy convencido de que este año, 1941, será un año histórico para el nuevo orden europeo; el problema no puede consistir sino en hacer que el mundo sea accesible a todos: en anular las prerrogativas individuales, en derrocar la tiranía que ejercen ciertas naciones, o mejor dicho, los plutócratas que las rigen”.
- Marzo 16 de 1941.- “Las huestes alemanas luchan hoy en todos los ámbitos del mundo; reforzadas en sus efectivos y en sus elementos de guerra hasta un punto apenas concebible, se hallan prontas a coronar, llenas de gozo y de confianza, la empresa que acometieron en el año memorable de 1940”.
- Octubre 03 de 1941.- “En la mañana del 22 de junio empezó la batalla más portentosa de cuantas registra la historia universal, -la invasión de Rusia-. Desde aquel momento nuestro plan ha venido desarrollándose con metódico exactitud; desde hace 48 horas se está ejecutando una operación militar en gigantesca escala –la ofensiva contra Moscú-, que acelera el aniquilamiento del enemigo en el Este. Puedo deciros que el enemigo está en franca derrota y que no logrará rehacerse”.
- Noviembre 08 de 1941.- “La Historia no registra el caso de un gran imperio derrotado y aniquilado en tan corto tiempo, como acaba de serlo la Rusia soviética. Leningrado está cercada y caerá en nuestras manos; y cuando el año toque a su fin, acaso podamos decir, con toda probabilidad y acierto, que hemos eliminado ese peligro –Rusia-, el mayor de todos. No abrigamos la más leve duda de que la suerte de Europa está definitivamente echada para todo un milenio”.
- Diciembre 31 de 1941.- “El año de 1942 –y roguemos todos a Dios que así sea-, nos traerá la victoria que salvará a nuestro pueblo y con él, a nuestros aliados”.
- Marzo 15 de 1942.- “De una cosa estanos plenamente seguros: de que los bolcheviques, que no pudieron derrotar a las tropas alemanes y a sus aliados en el invierno, serán aniquilados en el verano”.
- Abril 06 de 1942.- “El señor Churchill fue quien empezó esta guerra aérea; de hoy en adelante me propongo devolver ataque por ataque, golpe por golpe, hasta que ese malhechor ruede por el polvo y su obra salte en pedazos”.
- Septiembre 30 de 1942.- “En mi opinión, el pueblo alemán ha salido ya de la prueba más terrible a que se ha visto jamás sometido; esa prueba fue el invierno de 1941 a 1942, nada peor puede sobrevenir, nada peor sobrevendrá. Nuestro destino es claro e ineluctable: o sobreviviremos todos juntos por la victoria, o todos juntos pereceremos en deshonor y exterminio. ¡Por nadie ni por nada capitularemos!, que no se forjen ilusiones nuestros enemigos, ¡nunca nos vencerán!”.
- Noviembre 08 de 1942.- “Entonces –en 1918-, se trataba del Káiser, ahora se trata de mí; pero hay una diferencia:- “El Káiser de aquella época era un hombre sin el vigor y la energía suficiente para resistir a tales enemigos; en cambio, ahora en mí, estos tropiezan con un adversario al que no le pasa siquiera por el pensamiento la palabra “capitular”; otra diferencia media también entre una y otra época: “quien acaudilla hoy a este pueblo, no emigraría jamás, por grave que fuese la situación”.
Hitler termina suicidándose.
(Selecciones, recopilación)