Autor: Álvaro Serrano Duarte
Escribir novelas, poemas, ensayos, discursos, cartas, y demás manifestaciones escritas del pensamiento, de un cuerdo o un loco, es muy fácil. De verdad, es muy fácil.
Si no lo crees, mira esas millones de toneladas de papel que gastamos en el mundo cada década para la impresión de libros, poemas, folletos, tarjetas de invitación, discursos, etc. Son océanos de tinta para describir pensamientos, sentimientos, historias, mentiras, noticias y demás medios para transmitir a otros lo que consideramos importante que se tenga en cuenta.
Y la palabra "cuenta" también define resultados: Se va a la "cuneta" del desprestigio o la pérdida, si nadie se dio "cuenta" de lo publicado o se aumenta la "cuenta" bancaria si consiguió algún buen mecenas que ponga el Cash Money para la expedición por el mundo literario o de las ideas.
DETRÁS DEL MOSTRADOR y/o DELANTE DEL MONITOR
Les recomiendo que no se dejen llevar por el primer impulso de una interpretación ligera, cuando supongan que ese título debe ser propio de alguien que siendo tendero quiera vender algo o porque tiene varias décadas metido en vainas de internet y sistemas informáticos, quiera vender monitores o equipos de cómputo.
Porque si así lo hacen, les puedo asegurar que no se trata de eso que puedan suponer.
Internet, la novedad como medio de comunicación más amplio y más poderoso que hoy tenemos, ha despertado miles de millones de escritores-lectores-escritores, ocasionales o constantes, opinando en webs de diversos contenidos e ideas.
Mi propuesta, en solitario, es llevar a la condición de autores a aquellas personas que quieran que sus ideas sean mejor presentadas en un libro-electrónico, e-book o PDF. Claro que toca que cuidarnos de la sentencia campesina colombiana:
"Muchas manos en un plato, hieden a mierda de Gato".
Que sea la primera novela universal, escrita por miles de personas participando en el argumento o la trama novelesca. Empecé ayer 31 de Agosto de 2015. Hoy cumplí mi cometido personal de que fuese diaria y por lo menos con 4.000 palabras cada día.
Pero que también represente una oportunidad para ejercitar el buen escribir, con excelente ortografía, redacción, conservación del hilo ideológico y cuidado constante de no permitir que caiga en repeticiones o se vuelva fofa o sin emociones. Que tenga picarezca, sin obsenidad. Que tenga humor, sin tonterías. Que exprese ideas políticas, religiosas o ideológicas sin fanatismos, sin engaños o fallas de precisión histórica o social.
Estoy dispuesto a resistir un año en este tren, así que no se apresuren a querer participar de inmediato. Apenas estoy sonando el pito de calentamiento de máquinas para ir despejando el camino ideológico o mejor, presentar en menores cuadros hacia dónde se inclina el concepto novelístico a tratar.
En el mundo físico u offline es más práctico que aquello que no acertamos a escribir hoy, dejemos pasar algunos días para sentirnos más inspirados una semana o un mes después. Incluso, hasta pueden pasar años para escribir una novela, un poema o un ensayo literario.
Pero aquí me estoy tirando al gran charco mundial, escribiendo todos los días 5 páginas de una novela que sé cómo comenzó y que no sé cómo ni cuando terminará. Sólo me asiste la confianza y seguridad de que es un buen encuentro de amigos, de que es hacer algo que nos puede sorprender a todos y que espero que exista la viabilidad ideológica para continuarla.
Gracias por su amable atención.