Autor: Alejandro Duarte Rueda
Pasadas las vacaciones regresamos a Barranquilla a retomar el rumbo de nuestras actividades en la ciudad que anhelamos cuando nos alejamos de ella, recordando que el camino a recorrer ahora en el 2015 es continuar apoyando, aportando nuestras ideas, conocimientos y experiencias para beneficio de todos los que convivimos en tan querida ciudad.
Barranquilla se ha transformado, esta vanguardista capital del departamento del Atlántico se ha dinamizado, cada vez se hace más atractiva para los inversionistas nacionales y extranjeros con su terminal marítimo, su expansión urbana, el río Magdalena, la avenida del río, y los programas y proyectos que adelanta la administración distrital. Todo eso vale la pena que sea apoyado por nosotros, que respaldemos ese proceso de mejoramiento tan acelerado que está experimentando la ciudad.
Atrás quedaron esas épocas en que Barranquilla vivía en la miseria y el atraso, en que se fue quedando detrás de otras por variadas razones, principalmente porque la politiquería enquistada en los poderes de decisión no la dejaba avanzar, la mantenía saqueada, la hacía retroceder al responder sólo a mezquinos intereses individuales, pero desde hace unos cuantos años, esa situación ha venido cambiando, las conciencias han ido evolucionando, han surgido iniciativas privadas y sociales, se ha venido dinamizando la economía, la administración pública se está modernizando, y todos estamos llamados a ser parte de ese interesante proceso.
Por eso desde nuestras actividades empresariales y comerciales, desde los diferentes gremios a los cuales pertenecemos, desde la Universidad Autónoma del Caribe (que viene fortaleciendo el progreso académico y científico de la comunidad profesional barranquillera y de la Región Caribe), estamos listos para trabajar en equipo para borrar esa imagen tan deteriorada que tiene una entidad que nos representa a todos, la Cámara de Comercio.
Para eso necesitamos la participación de todos los estamentos para que la entidad llegue a ser una entidad incluyente, donde ningún sector de la economía esté excluido. De ahora en adelante, el trabajo debe ser mancomunado, en conjunto, en equipo, cualquiera sea quien esté al frente de la presidencia de la entidad.
Desde este inicio de año, lo que nos anima, lo que deseamos hacer es mantener unas buenas relaciones con todos los sectores, que no haya ninguna exclusión, que nadie se sienta desplazado ni estigmatizado, que no haya amagos de centralismo y mucho menos de regionalismo, sino más bien, un solo propósito que es sacar a esta ciudad adelante.
Solo nos anima el deseo vehemente de seguir colaborándole a esta ciudad en la cual tenemos echadas nuestras raíces, donde han nacido y crecido nuestros hijos y nietos, donde hemos creado empresas ya establecidas que vienen generando empleos y negocios y moviendo la economía día a día y aportando desarrollo para todos.
La misión debe ser entonces, seguir construyendo la ciudad que todos queremos.
¡Unidos somos más!