Ser espiritual no es ser religioso.
“Recuerde que la felicidad no está afuera, pues ésta surge del interior, donde no hay espacio para el egoísmo; la luz del amor debe estar en todo, para que usted haga parte de un todo”. (Jorge Eduardo Medina)
Los seres humanos tenemos un potencial de inteligencia extraordinario y como todas las aéreas de la inteligencia tiene que ser entrenada; así como ocurre con cualquier tipo de inteligencia, como la lingüística, si no nos enseñan a leer y a escribir, no potenciamos esa capacidad.
De igual forma se debe entrenar la inteligencia espiritual como ocurre con la lógica matemática. Es una capacidad innata del ser humano que puede desarrollarse, y eso lo evidenciamos en personas como el Dalai Lama, Teresade Calcuta y una persona cualquiera con la que nos cruzamos en la calle, con diferentes potencialidades.
Alguna vez se ha preguntado usted por qué razón, si no soy religioso, si poco creo en Dios o para mejor decir -porque creo que nadie puede negar a Dios-, alguna vez ha meditado así mismo cuál es el motivo por el que yo, sin practicar credo alguno, tengo sentimientos encontrados de amor, de entrega generosa a los demás, de altruismo, de vida afectiva?; por qué razón, si mi corazón no se inclina a practicar nada de la fe, siento adentro algo que me inclina a ser bueno?, ¿por qué?: la razón amigo, es porque una cosa es la religión, y otra es la espiritualidad.
Cuando Cristóbal Colón descubrió América encontró diferentes tribus indígenas, salvajes unas, cordiales otras; en su gran mayoría sus integrantes creían en los dioses, a tal punto que les hacían sacrificios incluso humanos, pero sentían en su interior que esos dioses no eran los que ellos necesitaban y por eso, en una incursión de los colonizadores encontraron una piedra con una inscripción que rezaba “al dios desconocido”, y adoraban en ella.
¿Quién, si ninguna de esas tribus habían sido civilizadas hasta entonces, sentían en su interior que “algo” había que los hacía diferentes a muchos de sus congéneres?
La espiritualidad es ese despertar de la conciencia, es saber quiénes somos en esencia, es escucharnos a nosotros mismos, es sentir que dentro de nosotros existe algo que nos induce a preguntarnos, ¿quiénes somos?, ¿Por qué estamos aquí?, ¿Qué creencias tenemos sobre la vida? Durante miles de años, encontrar las repuestas a estos interrogantes nos exigido “volvernos hacia adentro”.
Pero, ¿qué significa esto?. La respuesta es: En el interior de cada uno denosotros hay un Poder capaz de orientarnos amorosamente hacia la salud perfecta, la profesión perfecta y nos puede ofrecer prosperidad de todo tipo. Para obtener estas cosas, primero tenemos que creer que son posibles.
El segundo paso es estar dispuestos a “aflojar” las pautas o hábitos que nos crean situaciones que decimos que no deseamos.
¿Cómo?: entrando dentro de nosotros y llamando a nuestro Poder interior, que sabe lo que nos conviene. Si estamos dispuestos a volvernos hacia ese Poder que llevamos dentro, que nosama y que nos sustenta, lograremos que nuestra vida sea próspera y esté llena de amor.
Nuestra mente está conectada con la Mente única e infinita; por lo tanto, todo el conocimiento y toda la sabiduría están siempre a nuestra disposición. Estamos conectados a esta Mente infinita, a este Poder universal que nos ha creado, por medio de una chispa de luz que hay dentro de nosotros: nuestro Yo Superior o Poder interior.
El Poder universal ama a todos sus criaturas. Su objetivo es el bien y todo lo dirige en nuestra vida. No sabe odiar ni mentir ni castigar. Es amor puro, libertad, entendimiento y comprensión. Es importante que nos volvamos hacia nuestro Yo Superior, porque por medio de él recibimos nuestro bien.
¿Cómo entrenar la inteligencia espiritual?; ¿cómo conectarnos con la Mente única e infinita?; ¿cómo acceder a nuestro Yo o Poder interior?; estas son algunas reflexiones dadas por el experto en inteligencia espiritual, JorgeEduardo Medina, que todos debemos entender y llevar a la práctica:
- El entrenamiento espiritual está bastante abandonado, pues se confunde con pertenecer a una religión y esto no tiene nada que ver; la inteligencia espiritual es manejar, desde la misma esencia del ser humano, los pensamientos, sentimientos y respuestas emocionales en el cuerpo mismo y generar serenidad de vivir.
- Desde la mente se generan conflictos que producen enfermedades; pero si la inteligencia espiritual la desarrollamos, podemos controlar de alguna manera lo que pasa afuera.
- La persona que se entrena espiritualmente encuentra habilidades para manejar sus pensamientos y sentimientos a favor de su salud personal, y adquiere habilidades de convivencia que mejora en el individuo. Al tener mejores relaciones con sus padres, hijos, amigos, y compañeros de trabajo, se siente más exitoso porque está haciendo las cosas con inteligencia espiritual.
- Usted puede mejorar las respuestas emocionales, los sentimientos y los pensamientos, desde su misma esencia. Recuerde que los pensamientos se convierten en hábitos, en moldes, es como un rio que va por su cauce. La persona tiende a pensar siempre de manera parecida, por ejemplo, cada vez que se encuentra con conoce a alguien que conoce, piensa “éste qué me irá a decir”; no se trata de pensar qué nos a decir, sino de escuchar y responder, pero no con prejuicios.
- Observe al otro como es; al empezar ese proceso consciente, usted le deseará amor al resto de la humanidad y lo que recibirá a cambio es amor. Si su entorno cambia con su actitud, usted será el beneficiado.
(Fuente: Vanguardia Liberal)