* LA CASA ARANA.-
A comienzos del siglo XX era frecuente el asesinato, tortura, mutilación, maltrato de los niños y abuso de las mujeres e incineración de los indígenas que trabajaban en la extracción del caucho, en la frontera colombo-peruana. La Casa Arana, empresa peruana, fue la principal causante de estas depredaciones.
Entre 1890 y 1932, miles de indios del Putumayo fueron esclavizados mediante el sistema de “endeude”, que los obligaba a trabajar gratis para pagar el valor de los alimentos y bienes que la empresa les adelantaba y que nunca terminaban de cancelar. En muchos casos el simple “trabajo se muere” fue el sistema con el que la Casa Arana esclavizó a los indios.
En 1924, José Eustasio Rivera dio a conocer al mundo en la novela” La Vorágine” estas tropelías.
* MANUEL QUINTÍN LAME.-
Dirigente indígena nacido en 1883 y muerto en 1961. Durante las primeras décadas del presente siglo dirigió la movilización de los indígenas, especialmente del Tolima, contra el terraje (espoliación de la fuerza de trabajo de los indígenas) y la usurpación de tierras de resguardos por los terratenientes. Su programa de lucha se sintetiza en estos puntos:
1.- Recuperación de las tierras de los resguardos.
2.- Ampliación de los resguardos existentes.
3.- Fortalecimiento de los cabildos.
4.- Dar a conocer la legislación indígena y exigir su aplicación..
5. Defensa de la historia, la lengua y las costumbres indígenas.
6- Formación de profesores indígenas.
* MOVILIZACIONES INDÍGENAS.-
En 1923, indígenas de Ortega, en Tolima, comandados por Quintín Lame se movilizaron en su lucha por la tierra. En la Guajira, indígenas atacaron los resguardos de las salinas de Manaure. El gobierno respondió encarcelando a José González, lugarteniente de Quintín, movilizando el ejército a las zonas de conflicto y declarando el estado de guerra en la Guajira.
En diciembre de 1923, Quintín Lame fue apresado en el Guamo, por lo cual se presentaron nuevas movilizaciones. En mayo de 1931, una insurrección indígena en Coyaima (Tolima) dejó como saldo más de cien presos.
* MATAR INDIOS NO ES PECADO.-
Vaqueros de La Rubiera – en Arauca-, asesinaron, en 1967 a 17 indios cuibas a garrote y cuchillo. Al ser capturados, los asesinos afirmaron que “no sabían que matar indios era malo”. En el juicio en Villavicencio el abogado defensor alegó la existencia, desde el siglo pasado, de antecedentes de asesinatos de indios en los Llanos, justificadas en la extendida mentalidad de que el indio es salvaje y se come los ganados de los “racionales”, razón por la cual deben desaparecer como una plaga.
“En el Llano todo el mundo crece sabiendo que matar indios no es malo”, argumentó el abogado en medio de manifestaciones públicas y en Villavicencio en apoyo a esta tesis, el jurado absolvió a los asesinos.
La Corte Suprema declaró contraevidente este fallo y en un nuevo juicio en Ibagué, lejos de las pretensiones de los “racionales” del Llano, los asesinos fueron condenados.
(Eugenio Gutiérrez Cely y Miguel Ángel Urrego Ardila, en “1001 cosas sobre la historia de Colombia”)