Autora: Diana González
La muestra expositiva, organizada en conjunto por la Asociación de Niños Indagadores del Cosmos (ANIC) y la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural (DMPC) de la Universidad Nacional de Colombia, llega a su fin, pero al fin de una etapa que cierra sus puertas para abrir las de otra, a una con nuevas posibilidades y nuevos horizontes físicos.
De esta manera, cerca de 23 astrofotografías de las 35 que conforman la exposición “Colombia: un cielo por descubrir”, partirán de Bogotá hacia Tumaco en un primer recorrido por las distintas sedes de la Universidad Nacional (UN), las cuales albergarán en su debido momento esta y otras muestras museográficas de la DMPC.
Así lo dio a conocer el profesor Edmon Castell, cabeza de la DMPC, para quien esta muestra “es una invitación a observar el medio que nos rodea”, ya que según sus apreciaciones, el mundo sigue siendo desconocido.
Y también un cielo desconocido o parcialmente conocido, una bóveda celeste que será próximamente contemplada desde otras superficies, desde otros territorios, pues efectivamente “Colombia: un cielo por descubrir” llegará a la Sede Tumaco de la UN en julio próximo. Así lo reiteró William Medina, coordinador del programa “Ida y Vuelta” de la DMPC, quien además indicó que esta exposición permanecerá allí durante tres meses, pues deberá seguir la itinerancia característica de este programa de montaje de exposiciones fuera del Claustro de San Agustín y de la Sede Bogotá de la UN.
Desde su posición, Leonardo Delgado Ariza, director de la Asociación de Niños Indagadores del Cosmos (ANIC) y autor de las astrofotografías, declaró: "el balance es muy positivo, creo que quedo corto en decir muy positivo porque se me dio la oportunidad de dar a conocer, a través de la Universidad Nacional, mi trabajo astrofotográfico que ya tiene más de 17 años y dar a conocer a la gente lo que es el cielo colombiano, un cielo privilegiado”.
Hoy, ciento cuarenta días después de haberse materializado este proyecto museográfico, diversos pensamientos quedan en el recuerdo de quienes en este tiempo tuvieron la oportunidad de observar un cielo mágico lleno de misterios, disperso en incalculables distancias ajenas a la percepción general, pero generoso con la ambición de un astrofotógrafo que puso sus ojos en lo alto del firmamento para, luego, en asocio con la DMPC, compartir con un público inimaginado los resultados de horas de dedicación a la observación astronómica.
Una experiencia traducida en ideas y emociones que los visitantes plasmaron en la bitácora de la exposición al querer expresar su satisfacción con la muestra. Tal es el caso de Ángela Caro, quien resaltó: “muy bien encontrar objetos celestes tan cerca y poderlos disfrutar”.
O el de José Antonio Mesa, presidente de la Asociación Colombiana de Estudios Astronómicos, quien manifestó: “mil felicitaciones por este logro tan importante que relaciona arte y ciencia, suerte y perseverancia; es un ejemplo para la comunidad astronómica y un esperado logro para nuestro suelo y cielo colombianos que quedan congelados parra la eternidad en sus obras”.
O tal vez el de Nicolás Cortés, quien claramente indicó: “esta exposición es una fiel muestra de que con empeño, fuerza, voluntad y ganas por avanzar, se destruye cualquier barrera que aparezca”.
Estas huellas representan de alguna manera la gestión de Delgado y el trabajo altruista y mancomunado de los distintos miembros del equipo de la DMPC, determinantes para avanzar en un proceso de diseminación y transferencia de conocimientos y de preservación y difusión del patrimonio cultural que inició hace poco más de seis años cuando de la mano del profesor Castell se creó el Sistema de Patrimonio y Museos de la Universidad Nacional de Colombia, hoy Dirección de Museos y Patrimonio Cultural.