Autor: Ambrosio Serrano Solano
La cultura, la educación y los buenos modales son compatibles o no con la personalidad de cada ciudadano.
¿Qué responsabilidad le puede recaer a un monumento arquitectónico como es la Catedral de Zapatoca, por la actuación o comportamiento de alguno de sus ministros en el transcurso de sus más de 100 años de historia y existencia?
Nuestros pueblos y sus monumentos y más aún a nuestros paisanos, merecen aquí y en cualquier lugar de este planeta el mejor respeto y más aún de parte de sus nacionales que vivan en el exterior.
Procura encontrar la paz espiritual buscando a Dios. Haz como lo afirmaba el cantante Brasileño Nelson Ned en una de sus canciones: "Búscate una Biblia y lea verdades que Jesús habló y al final encontrarás el peso que hay en su cruz".
Las Escrituras no propenden religiosidades ni sectarismos. Sólo promulga el amor a nuestros semejantes y por ende a Dios. Pero busca un guía espiritual para comprender más sus mensajes que te ayudarán a sacar y expulsar esos amargos sentimientos que corroen tu corazón.
El amor de patria debe ser una constante en nuestras vidas en el exterior. Si usted difama de su pueblo natal lo está haciendo contra sus paisanos; ¿Qué puede esperar de usted la nación que te acogió?
El anterior mensaje es una reflexión, mas nó una condena, a una desafortunada acción de una señora que al ver la fotografía de la Iglesia de Zapatoca en la colección de fotografías en mi cuenta en Facebook se le soltaron las tuercas de la cordura y de manera oprobiosa la enfiló contra algún infortunado suceso de su vida pasada.
Vale la pena observar que las llamadas y exitosas webs sociales pueden ser usadas como sitios de encuentro y amistad, de acercamiento entre amigos separados por la distancia; pero usarlas para autoflagelarse o mostrar su abundante contenido negativo espiritual y humano es poner en evidencia su escaso inventario de cosas buenas.