Autor: Alejandro Duarte Rueda
Qué fácil es hablar de diálogo y de concertación, pero qué difícil es llevarlos a la práctica. Cuántas cosas podríamos solucionar nosotros con el diálogo y la concertación, cuántos conflictos de índole familiar, social o económico resolveríamos.
Lo que acontece actualmente con la Cámara de Comercio de Barranquilla es un tema en el cual todos tenemos que aportar. Tenemos que deponer los apetitos personales, tenemos que estar dispuestos a concertar y dialogar, para que realmente se puedan conseguir una verdadera paz y tranquilidad dentro de una de las entidades más importantes que tiene la Región Caribe y por qué no decirlo el país.
Creemos nosotros que las cosas como están dadas, si continúan de esa manera, y si no deponemos nuestros apetitos personales, nunca vamos a tener en el seno de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio una paz duradera. Vale decir, las personas que estamos liderando los procesos de transformación y de cambio en la ciudad y la región tenemos que estar dispuestos al diálogo.
Invito a todos los actores del conflicto, tanto los representantes del gobierno nacional como los que estamos en estos momentos en la Junta Directiva, elegidos democráticamente, a que nos sentemos en la mesa, dialoguemos, podamos compartir, zanjar las diferencias y sanar las heridas, pues realmente hay necesidad de erradicarlas en su totalidad.
El tema de la Cámara de Comercio, sus directivos, los gremios, la comunidad en general, nos compete a todos: pequeños, medianos, grandes comerciantes y empresarios, políticos, académicos, etc.
No podemos continuar con este "tira y jala" de parte de unos directivos a favor y otros en contra y una Superintendencia de Industria y Comercio que ha dado muestras de no hacer las cosas bien, que un día aparece con una posición y al día siguiente sale con un concepto diferente.
Todo lo que ha sucedido en la Cámara de Comercio se debe fundamentalmente a que la SIC no ha trazado líneas que puedan realmente llevar a una sana convivencia de parte de los directivos de la entidad.
El sector de los pequeños y medianos comerciantes representados en los tenderos, panaderos, ferreteros, hoteleros, abarroteros, en fin, en todas esas personas que han creído en nosotros y todos los que llegamos a la Junta Directiva merecemos respeto y consideración; igualmente los delegados del gobierno nacional merecen nuestra más alta consideración de respeto y aprecio.
Por eso creemos hoy que es muy necesario sentarnos a dialogar, a conversar como lo están haciendo el Gobierno y la guerrilla de las Farc, que son capaces de sentarse a la mesa y compartir, aunque la solución final del conflicto no llegue inmediatamente.
Somos concientes que esta pelea en la que estamos enfrascados los directivos escogidos democráticamente por los comerciantes y los representantes del gobierno nacional no es una tarea fácil pero tampoco puede ser imposible que no seamos capaces de saldar y solucionar estas pequeñas diferencias que nos alejan un poco de la realidad.
Creemos que la ciudad merece un poco más de consideración y respeto por todos los que estamos al frente de este proceso. Nosotros hemos sido testigos de los cambios que se han dado en Barranquilla, de las cosas importantes que están llegando y de lo que va a venir.
Somos testigos de primera línea porque manejamos un sector exitoso que vive el día a día, que mueve todas las actividades comerciales y empresariales de esta capital. Por eso queremos hacer un llamado a todos los protagonistas a que nos sentemos a la mesa, a que no sigamos en el "tira y jala", ya sea que las famosas tutelas nos den parte de victoria o no, necesitamos sentarnos a concertar para que la ciudad salga adelante.
A los gremios económicos, grupos empresariales, sectores comerciales, ONGs, académicos, políticos, a todos, el llamado es a la unidad.
¡UNIDOS SOMOS MÁS!