Álvaro Serrano Duarte - Barranquilla, Colombia
Creador y Director de CORREveDILE.com
Los aparentes extremos en que nos desenvolvemos en este plano existencial, como salud-enfermedad, bueno-malo, conocimiento-ignorancia, riqueza-pobreza, etc., nos permiten el constante desarrollo de nuestra vida física, mental y espiritual.
La humanidad, en este vaivén constante, avanza hacia uno u otro lado simultáneamente. Lo podemos comprobar cuando miramos que la ciencia médica logra avances tecnológicos y descubre medicamentos que anulan la aparición de aquellas enfermedades que agobiaban al mundo 50 o 100 años atrás; pero, a la vez, dichos avances positivos nos plantean nuevos retos ante nuevas y más terribles enfermedades con capacidad para arrasar a media humanidad en pocos meses o años.
Verdaderas legiones de hombres y mujeres metidos de cabeza en investigaciones de laboratorios y de campo, en una carrera desenfrenada por hallar la fórmula perfecta para combatir X o Y enfermedad, se convirtieron en competidores comerciales por ganar los concursos de menores costos ante las entidades estatales o privadas del mundo que proveerán a sus pacientes de soluciones farmacéuticas económicas y más o menos eficaces.
La ética y la moral, en muchos casos, dejaron de ser las bases de sus descubrimientos; el dinero y el poder las cambiaron. El crecimiento acelerado en ventas desplazó el crecimiento acelerado en conocimiento. La naturaleza ya no les sirve a muchas como guía de sus principios de sanidad-enfermedad. Hasta aquí el primer gran bloque universal que gobierna el mundo de los medicamentos farmacéuticos.
El segundo gran bloque universal aparece hace algunos años, tal vez unos 50 años atrás, cuando comienzan a ser efectivos en la salud de muchas personas traer a la práctica aquellos menjurges de los ancianos, en cocimientos de la acción medicinal de plantas. También esto se convirtió en empresas productoras que estudiaron los componentes químicos y agregaron componentes nutritivos que favorecían la adquisición de más fuerzas al cuerpo enfermo para afrontar sus crisis de enfermedad. Aunque todo pensado en que la nuestra es una nutrición pobre y que de manera concentrada y menor volumen alimentario, el cuerpo podía ganar las fuerzas necesarias para resistir la enfermedad y dar tiempo al cuerpo a resolver por sí mismo sus problemas de salud.
Reconocemos todos que nuestros cuerpos tienen sabiduría divina; que ellos tienen unos mecanismos que la humanidad desconocía hasta hace 70 años. Sólo se podía observar que una lesión en la piel de un joven o un niño ganaba curación en cuestión de horas o días; mientras en una persona mayor era muy lenta la sanidad o era motivo para graves repercusiones en las siguientes semanas o meses.
En los años 60's del siglo XX, los investigadores de ciencia descubren las llamadas células madres, presentes en el embrión (por eso las llamaron Células Madre Embrionarias). Eran las células primarias o maestras que se encargarían de construir cada órgano, tejido o glándula de ese nuevo ser que comenzaba su vida intrauterina. Las descubrieron (a las células madres embrionarias) también presentes en el cordón umbilical. Pero no hallaron cómo usarlas para ese cuerpo recién nacido o conservarlas para el futuro cuando requiriera ser mejorado en su salud.
Para no extenderme demasiado, prefiero que conozcas con más detalle esta hermosa historia de las células madre en una sección especial de CORREveDILE...
LO VIVÍ EN CARNE PROPIA
Me resisto a contarle al mundo de mis males. Pero como las personas gustan de hacer comparaciones con sus propios males o enfermedades, que a todos nos parecen más graves que a los demás (igual como lo hacemos cuando calificamos nuestros problemas sociales o económicos), relataré muy brevemente mi abundante experiencia: Tengo un desperfecto de fábrica, que durante mi niñez y primera y segunda juventud ningún médico sabía y que apenas hace unos 30 años llamaron Ateromatosis Sistémica. Ella directamente no produce la muerte, pero sí es la generadora de toda clase de problemas de salud y puede conducir a todo tipo de accidentes leves o graves o la muerte de algún órgano fundamental como cerebro, corazón, hígado, etc.
Así que si una persona tiene una enfermedad congénita, las posibilidades de curación son prácticamente nulas. Pero tuve la fortuna de que haya podido llegar a estas alturas de mi vida. Aunque con una pésima calidad de vida, nula actividad física normal y cero actividad social o familiar para evitar al máximo los asomos al otro lado de la vida y hacer pasar sustos a mis amigos y familiares.
Aprendí a consumir toda clase de productos "naturales procesados", tomar aguas y pócimas de recomendación de viejos, de fitoterapeutas, curanderos, brujos, hierbateros, embusteros, médicos naturistas, y un largo etcétera de profesionales y teguas.
La hipertensión es de corriente aparición en las personas que llegan a los 40 años; la mía, por ser una enfermedad presente en venas y arterias, siempre fue alta. Así que comprenderá, amigo lector, que en cuestión de presión alta y en pocas ocasiones de gran susto, de presión baja, fueron causas de admiración de médicos y correndillas para mis padres y luego para mi esposa e hijos. Pero los dos últimos eventos de grave hipertensión me ocurrieron en Diciembre de 2012 y Enero de 2013. En términos coloquiales, puedo decir que "ví la huesuda alzándome en sus duros huesos".
Ya estaba cansado y preocupado porque tantos experimentos y tantos productos que sólo habían logrado ser un poco mejoradores, pero no curadores verdaderos de mi mal principal. El asunto no era de química farmacéutica ni de productos de alta nutrición ni de hierbas y pócimas desagradables. El asunto era verdaderamente sentirme cada día o cada hora más cerca de que me pusieran "la Pijama de Madera" y mandarme a comer tierra por el resto de la eternidad.
Mi esposa Denilce Flórez Cardona, en un esfuerzo por convencerme de que me diera otra oportunidad, me recordó de un producto nuevo que 10 meses atrás yo había calificado como igual a tantos otros de su misma línea de potenciadores de nutrición. Acepté afiliarme y adquirirlo, con desgano y como constancia de que no me estaba oponiendo a mejorar mi terriblemente empobrecida salud.
RESULTADOS ASOMBROSOS
Quién mejor puede saber lo que se siente, sino es el mismo enfermo que desde que nació ha padecido el mal que lo ha aquejado. Todas los niveles de dolor, todas las formas de evadirlo o disminuirlo. Aprender a disimularlo en público o en privado. Encontrar buenas excusas para no asistir a eventos que me pusieran en desventaja física.
Pero en apenas 10 días de estar consumiendo el nuevo producto StemEnhance, con la dosis mínima de 2 cápsulas en una sola toma diaria, compartiendo el frasco con Denilce como condición para que yo las tomara (porque era mi arma secreta para que ella sí encontrara la salud que también requiere toda persona mayor de 50, porque yo "sabía" que la mía era un engaño creer que me sanaría), EUREKA!! me sorprendí a mí mismo caminando al mismo paso con mi esposa ya fuera de la casa a la tienda o de la tienda a la casa.
Para un buen entendedor con pocas palabras, basta. Y para un buen enfermo con pocas mejoras básicas, basta. Basta para comprender que el nuevo producto está haciendo lo que con ninguno otro había logrado. Y de ahí en adelante, en una seguidilla sin detenerse, de manera simultánea y general, muchas cosas se me fueron mejorando, otras definitivamente desapareciendo. Las buscaba para asegurarme de que no estaban escondidas y no las he vuelto a sentir, como mareos por solamente alzar la vista, casi desmayos por levantarme rápidamente de la silla donde esté sentado, mejoras notables en la disminución del ruido permanente en mis oídos (Tanatus), normalización de la presión arterial, desaparición del adormecimiento de las piernas, pérdida del dolor de piernas y brazos, crecimiento acelerado de la masa muscular de piernas y brazos, desaparición del cansancio extremo y "acumulado" del día a día que no alcanzaba a resolver en la noche, desaparición de calambres nocturnos, retoma del color normal de los dedos de los pies y recuperación de la sensibilidad (de los que sospechaba que tendría que pronto amputar por pérdida de circulación sanguínea), recuperación del calor en las piernas, y otro montón de más cosas molestas, con todos los tonos de gravedad, etc.
Hoy tomo 3 dosis diarias (2 cápsulas cada vez) y hasta las arrugas del rostro y de la piel en general han ido desapareciendo. Y tomo esa cantidad, porque quiero sentirme como jamás lo había estado, ni siquiera a mis 15 años de edad. Ya hace 2 meses que soy el mismo con otro cuerpo renovado y sin males. Continuaré sin detenerme como el niño que le dan un juguete nuevo. Y guardé silencio este tiempo de mejoramiento, porque no quería dar falsas expectativas a mis amigos y familiares.
Pero todo esto no fue realmente algo privado o de familia. Trascendió entre vecinos y amigos que comenzaron a notar cambios en mi caminar y en mi contextura. No tuve más remedio que decirles qué era lo que me estaba sucediendo. Ya no era posible callarlo. Mi mismo cuerpo y mi caminar estaban diciéndole al mundo de mi entorno familiar, social y de comercio, que me estaba pasando algo bueno.
Cumplidos estos dos meses, decidí transmitirlo a través de CORREveDILE y en subwebs y otros trabajos que atiendo por internet, en webs sociales, a mis vecinos en Barranquilla y a las personas que aún sufren de enfermedades terribles como cáncer terminal, diabetes grave, y más males. Porque las personas a las que les compartí hace un par de semanas mi suceso físico, y que estaban postradas esperando el momento de morir, decidieron también consumir este producto de StemEnhance y ya han recuperado gran parte de su salud y cada día su sanación es notoria para médicos que los atienden, sus familiares y ellos mismos.
Desde hace unos 20 años el Carnaval de Barranquilla tiene un slogan: "El que lo vive, es el que lo siente". Creo que con StemEnhance, "el que lo toma, es el que siente su CURACIÓN pronta".
Feliz estoy hoy de que mi esposa hubiera logrado vencer mi incredulidad ante el nuevo producto. Y también estoy feliz de que la vida me haya dado la oportunidad ahora de poderlo transmitir a las personas que quieran explorar un nuevo camino de SANACIÓN TOTAL.
Si todo este testimonio mío, muy personal, le inspira conocer más de StemEnhance, le invito para que navegue la siguiente página web: www.denilceflorez.stemtechbiz.com.co donde hallará abundante información.
O si prefiere que yo personalmente le explique o aclare sus dudas, puede usar cualquiera de los siguientes medios de contacto conmigo:
Celular: 310 723 6148 (Colombia)
eMail: editor@correvedile.com / alvaroserranoduarte@gmail.com
Dirección: Carrera 33 # 47 - 28 - Barranquilla, Colombia
www.saludintegral.correvedile.com
Estoy completamente a sus órdenes para atender sus inquietudes..
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