Autora: Diana González
¿Por qué nos matamos desde hace tantos años?
La respuesta a esta pregunta es uno de los aportes a la comprensión del origen, trascendencia, impacto y transformaciones de la guerra en Colombia que el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH)–antes Grupo de Memoria Histórica (GMH)- consignó en el “Informe General de Memoria y Conflicto ¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad”, un documento compuesto por 431 páginas que fue entregado públicamente en la Plaza de Armas del Palacio de Nariño al Presidente de la República, Juan Manuel Santos, y a una delegada de las víctimas del conflicto armado en el país.
Así fue dado a conocer a los medios de comunicación que asistieron hoy a la rueda de prensa convocada por el CNMH en el auditorio del Museo Claustro de San Agustín, sede de la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia; en un acto que sirvió de antesala para la presentación del mencionado informe: un libro en el que fueron documentados diferentes aspectos de la guerra y en el que se evidenció la recuperación de las memorias de las víctimas del conflicto en el país.
Gonzalo Sánchez, director general del CNMH; Marta Nubia Bello, investigadora y coordinadora del Informe General; Esther Polo, delegada de las víctimas que participaron de los informes de casos emblemáticos del GMH y que fueron la base para el Informe General, y Mô Bleeker, asesora principal de la División de Seguridad Humana del Ministerio helvético de Asuntos Exteriores, fueron los voceros designados para realizar una breve intervención durante el desarrollo de la rueda de prensa, en la que cada uno, desde diferentes perspectivas, dio a conocer parte de las experiencias relacionadas con el Informe.
“Queremos darle voz a las víctimas que han sido silenciadas en este país”, manifestó durante su intervención Gonzalo Sánchez, tras indicar que uno de los métodos utilizados para darle legitimidad al Informe consistió en viajar a las regiones colombianas para hablar y trabajar con las víctimas, haciendo uso de una estrategia de casos de masacres que respondiera a diversos criterios, pues la idea, según explicó, era construir un mapa regional de la memoria del país, un mapa de los diferentes responsables de esa misma violencia. Y agregó: “fuimos construyendo esa mapa y hoy el informe recoge las voces regionales de las víctimas del país”.
A su vez, Marta Nubia Bello habló de la estructura del Informe en el que, según refirió, las cifras relacionadas con diversas modalidades de violencia y que están reflejadas en el documento son apenas una forma de acercarse a la verdadera dimensión del conflicto.
Así mismo, señaló que en el Informe se encuentra una serie de recomendaciones planteadas desde dos perspectivas diferentes: “Por un lado, recomendaciones que recogen las que ya veníamos trabajando en cada uno de los informes y que van a entrar en Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas, pero también recomendaciones que se inscriben en la posibilidad de hacer un aporte en la vía de transformar el conflicto, en la vía de construir la paz”, puntualizó Bello al finalizar su intervención.
Por su parte, la asesora principal de la División de Seguridad Humana del Ministerio Suizo de Asuntos Exteriores, Mô Bleeker, se refirió al apoyo que ha dado la cooperación internacional al proceso de recuperación de memorias, primero junto a la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación y ahora junto al Centro Nacional de Memoria Histórica, e indicó que lo que se ha hecho aquí (en Colombia) es único en el mundo en el sentido de que recobrar la memoria del conflicto ha sido una apuesta ética muy importante. “Tomemos responsabiidad para que mañana estas memorias vivan para garantía de las víctimas”, reiteró en su intervención.
A su turno, Esther Polo manifestó que para las víctimas este se constituía en un día lleno de esperanzas, de sentimientos encontrados porque definitivamente la guerra les había hecho muchísimo daño.
Así mismo, señaló: “El informe recoge esas historias nuestras y da cuenta de un conflicto que no termina y que se ha prolongado en el tiempo y da cuenta de una sociedad y de un Estado que han estado ciegos, sordos y mudos ante la realidad de las víctimas, que nos han abandonado en la mayoría de los casos”.
No obstante, aseveró: “hoy, precisamente, con ese trabajo que se ha venido haciendo estamos aquí con esa esperanza, con el bastón de los sueños aquí, levantándonos y diciéndole a esa sociedad: aquí estamos las víctimas, a pesar todos los conflictos, de nuestros muertos, a pesar de nuestras muertas, estamos aquí, continuamos batallando a pesar de los conflictos”.
Uno de los planteamientos que dejó la Coordinadora del Informe, Marta Bello, fue el que se relaciona con hacer que este Informe se convierta en un instrumento de aprendizaje, pues, según concluyó, “se está pensando en una cátedra universitaria que se pueda implementar desde las distintas instituciones educativas”.