Se comunicaba con los demás haciendo ruido de animales, caminaba encorvada, no dormía en las noches, olfateaba los alimentos y hacia trizas la ropa. Rochom P´ngieng la llamaron la “Tarzán de Camboya”, la comparaban con Mowgli, el protagonista del Libro de la Selva, pues al parecer se perdió en la jungla cuando apenas era una niña, siendo localizada casi 20 años después.
En 2007 se convirtió en noticia cuando sus padres dijeron reconocer a esa joven de apariencia salvaje a su pequeña hija desaparecida dos décadas atrás. Y ahora vuelve a serlo porque aparentemente no pudo acostumbrarse a su nueva vida y se habría fugado para volver a la selva.
La historia de esta joven comenzó en 1989 cuando ella, de 7 años y su hermana se perdieron mientras arreaban búfalos. Su padre, el policía Sal Lou, la buscó desesperadamente sin éxito alguno. Sin embargo, hace tres años le informaron que una mujer desnuda y con signos evidentes de salvajismo había sido atrapada cuando comía arroz en una granja.,
Cuando Sal la vio no dudó un instante: aunque sucia y en malas condiciones reconoció en ella a su hija por el parecido con su esposa y mucho mas evidenció su parentesco, cuando le vio una cicatriz muy conocida, en un brazo. El caso llamó la atención de los medios y de sicólogos que reportaron que la chica sonreía cuando le mostraban espejos y que era necesario vigilarla porque trataba de huir.
Su padre buscó la ayuda de monjes budistas para calmarla, e incluso se trató de hacerle un exorcismo para sacarle “el espíritu de la selva”. Pero las dudas de que en realidad fuera la niña surgieron de inmediato pues no hablaba, y resultaba inverosímil que alguien de 7 años hubiera sobrevivido en medio de la manigua. Además las marcas que tenía en las muñecas y los tobillos hicieron pensar que era una joven discapacitada física y mentalmente que había estado en cautiverio.
Sus familiares aseguran que es Rochom y que posiblemente fue criada por una tribu nómada, pues testigos han dicho que cuando apareció vieron a un hombre desnudo merodeando por los alrededores. En todo caso la joven no se adaptó a su nuevo hogar y decidió fugarse.
Según cuenta su padre, la última vez que la vieron, corría rumbo a la selva.
(Revista Semana)