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ANDANDO, ¡O LE CHUZO EL CULO!

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Estatua hecha en honor a Pedro Pascasio Martínez. Martínez nació en Belén, Boyacá, en 1807. Fue vinculado al ejército patriota a los doce años. Participó en la Batalla del Pantano de Vargas y en la Batalla de Boyacá donde fue encargado por Bolívar de cuidar su caballo, e hizo prisionero al general Barreiro, comandante del ejército realista. Después de la Independencia se dedicó al oficio de leñador. El Congreso Nacional, por ley 93 de 1880, le rindió homenaje y ordenó una pensión vitalicia de veinticinco pesos, que sólo recibió una vez dado lo costoso y complicado del viaje de Belén a Bogotá. Murió en 1885.En esta sociedad enferma donde ya casi es motivo de orgullo el ser corrupto y que parece que para obtener la Cruz de Boyacá, es requisito sine qua non, es bueno recordar un episodio, que sería conveniente leérselo mil veces en las narices a quienes todos los días aparecen robando las arcas del Estado:

El 7 de agosto de 1819, apenas terminada la Batalla de Boyacá, que dio la independencia definitiva a la Nueva Granada, el ejército libertador se dio a la tarea de escrudiñar el área para capturar prisioneros; entre quienes emprendieron la búsqueda se encontraba un soldadito boyaco, de apenas 12 añitos y quien llevaba únicamente dos de estar combatiendo al lado del Libertador; llevaba un fusil con bayoneta calada y hurgando en un matorral encontró a un soldado realista acurrucado, haciendo “sus necesidades”; por su uniforme lustroso y azulejo presumió que se trataba de un alto oficial español.

El muchachito le inquirió la captura apuntándole con el largo fusil, ante lo cual el español le ofreció un enorme morral lleno de monedas de oro, si lo dejaba huir. El patriota soldadito, que mas bien debería estar jugando con sus carritos o estar correteando con sus ovejas en los páramos boyacenses, de un brinco se puso detrás de ladino Chapetón, y le espetó con voz de mando:

Andando o le chuzo el culo”, mientras que, con la punta de la bayoneta, le hacía peligrosas cosquillas en el sitio donde el cuerpo humano se convierte en horqueta.

Así lo arreó hasta donde estaba Bolívar, anunciándole: “General, le entrego unfugitivo”; Bolívar palideció, y desmontándose de su caballo, se puso firme y saludó militarmente al coronel José María Barreiros, comandante de la Tercera división del rey, del ejército español.

Este episodio es poco conocido en la historia y es posible que, Pedro PascasioMartínez, quien así se llamara el imberbe combatiente, apenas hubiera recibido del Libertador una felicitación frente a la tropa, porque, al fin y cabo, apenas había cumplido con su deber.

Qué bueno que los Nule, los Moreno, los desfalcadores de Foncolpuertos, de Cajanal, de ISS, de la salud, de la justicia, los que se roban hasta un hueco, conocieran esta hermosa página de la historia colombiana, donde un niño nos da la mejor lección de honradez, gallardía y pundonor en el cumplimiento del deber.

José María Barreiros, de 36 años, apuesto, galante con las mujeres y apodado Adonis, fue fusilado 4 días después de la captura, con otros 35 españoles, en un episodio que se ha considerado como innecesario y cruel.

Muchos años después y con un tardío reconocimiento a la honradez y valentía del imberbe soldadito, el gobierno nacional erigió, en su honor un monumento que poco le sirvió, porque murió a los 65 años en su Belén de Cerinza, en el oficio de leñador.

Ver fotografía de Pedro Martínez...

(Álvaro Sánchez Caro, abogado e historiador)

NOTA ADICIONAL A ESTE ARTÍCULO

El Comandante realista, Coronel José María Barreiro, fue llevado a la casa de Teja, en donde se encontraban el General Simón Bolívar y el Estado Mayor del Ejército, victorioso de la Batalla de Boyacá. El Libertador recibió severamente al Soldado Pedro Pascasio Martínez, pues no le había llevado a tiempo el caballo goajiro, que llamaban El Muchacho. El Soldado Martínez le respondió que le traía un prisionero.

- ¿Quién es Usted?, - le preguntó el Libertador Bolívar. 

- "Soy el Comandante General Barreiro", - respondió el oficial realista.

Ante la respuesta de Barreiro el soldado de caballería Salvador Salcedo, el primero que pasó el Puente de Boyacá en la Batalla memorable, quiso alacearlo. Ante ello, el Libertador lo impidió con un grito y dió la orden para que se le colocara a la cabeza de los prisioneros realistas. Ordenó que fuera tratado con especial consideración y le hizo un saludo militar, pues era el Comandante del Ejército enemigo.

La satisfacción y alegría del Libertador por el arresto de Barreiro y por la digna actuación del Soldado Pedro Pascasio Martínez, hizo que le hiciera un reconocimiento oficial, lo ascendió al grado de Sargento y le dió una gratificación de cien pesos. El 31 de agosto de 1819, el Libertador Bolívar sentó en el copiador de órdenes de su puño y letra, lo siguiente:

"Ordenar a la dirección general para que disponga se le den cien pesos al soldado PEDRO PASCASIO MARTÍNEZ como gratificación por haber aprehendido en Boyacá al General Barreiro".

El Sargento Martínez continuó luchando en el Ejército Libertador hasta la culminación de la Independencia Suramericana; después se trasladó a su ciudad natal, para dedicarse a las labores del campo. El prócer Pedro Pascasio Martínez, murió en Belén el 24 de marzo de 1885.

(Tomado de Centro de Estudios del Ejército)

 

 


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