Los sismos de Haití, Chile y Taiwán le recordaron al mundo que las entrañas de la Tierra están en constante movimiento y que ningún país está a salvo de una tragedia. Sin embargo, expertos en sismología aseguran que se trata de un proceso natural, causado por el reacomodamiento de las placas tectónicas y la liberación de energía acumulada.
De acuerdo con Jaime Erazo, funcionario de la Red Sismológica Nacional, cada día se registran entre 20 y 87 sismos en nuestro país. Sin embargo, la gran mayoría pasan desapercibidos (*alabado sea Dios) pues son de una magnitud muy pequeña o se general a gran profundidad y resultan sólo perceptibles para algunas de las 32 estaciones sismológicas que existen en Colombia.
Cuando alguno de estos temblores supera los 4.0 grados, como los ocurridos esta semana en la Mesa de los Santos (Santander) y El Cairo (Valle del Cauca), inmediatamente se dispara una alerta entre los organismos de prevención y atención de emergencias del país, los cuales se encargan de establecer qué sucedió en las zonas cercanas al epicentro y de propiciar ayuda o información a la ciudadanía, en caso de ser necesario.
"Lo más importante para prevenir una tragedia cuando ocurre un terremoto es estar preparados", asegura Mónica Arcila, geóloga de la subdirección de Amenazas Geológicas y Entorno Ambiental de Ingeominas. Y agrega que precisamente eso fue lo que salvó a Chile de sufrir una catástrofe mayor.
Para empezar y a diferencia, por ejemplo de lo que ocurrió en Haití -explica-, la mayoría de construcciones del país eran sismoresistentes y estaban aseguradas, "lo cual lleva a pensar que aunque las pérdidas económicas hayan sido mayores que las de la Isla, su reconstrucción será más rápida".
Además, según Arcila, el terremoto que sorprendió a Chile la madrugada del sábado 27 de febrero era predecible en la medida en que se trata de una zona en la que ya había ocurrido uno en 1960 (generalmente en donde se registra un sismo siempre se presentan muchos más, así sea en largos intervalos de tiempo) y que es afectada por la Placa Nazca y la Placa de Suramérica.
Lo que ocurrió, según Arcila, fue que la primera placa se deslizó unos metros por debajo de la segunda, empujándola hacia arriba, ocasionando que se rompiera el piso oceánico y que hubiera un desplazamiento del agua que generó un tsunami, además del fuerte movimiento telúrico.
Por si fuera poco, Chile está rodeada por una serie de placas tectónicas que conforman el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, en la zona con mayor sismicidad del Planeta, la cual también pasa por la Costa Pacífica colombiana.
Pero a pesar de que los geólogos sabían que se trataba de un lugar predispuesto a sufrir de un fuerte movimiento telúrico, eran imposible que predijeran cuándo sucedería y cuál sería su magnitud,, (*eso sólo lo sabe Dios)
Luis Rivera, director adjunto del Instituto de Física de la Tierra, en Estramburgo (Francia), aseguró en una entrevista a la cadena BBC que pese a los avances de la ciencia esto aún no ha sido factible y por ahora tampoco lo será. "Pero estamos avanzando en las alertas tempranas para reducir los daños que produce el evento y las pérdidas humanas y materiales".
La cantidad de enérgía que liberó este desplazamiento de la Placa Nazca en Chile produjo una ola gigantesca que llegó mucho más pequeña a Hawai y a Japón un par de horas después de que sucedió el tsunami. ¿Esta fuerza también nos afectará a nosotros?
Según Arcila, a pesar de que en la misma semana del terremoto se produjeron dos movimientos telúricos relativamente fuertes en Colombia, con un intervalo de tan sólo cinco minutos entre uno y otro, no hay ninguna relación con lo que sucedió en el país vecino (*¿será?.)
De hecho, asegura, los movimientos que se registraron aquí se explican por un proceso muy singular conocido como el Nido de Bucaramanga (* uyyy), que hace que se produzcan muchos sismos que son sentidos en diferentes regiones.
"El tema de los temblores lo analizo como un cambio en la percepción. En este momento estamos muy sensibles porque nos acaban de sacudir dos tragedias cercanas y por eso podemos creer que algo pasa con la naturaleza, pero no es así" (*¿será que no?)
Tierra de terremotos
Autora: Mariana Suárez Rueda
En los casi 5.000 millones de historia de nuestro Planeta se han registrado miles de movimientos telúricos y con el paso del tiempo las placas tectónicas se han ido reacomodando y almacenando energía que poco a poco comienza a ser liberada y que se manifiesta en sismos de grandes magnitudes, como los de Taiwán, Chile o Haití (*¿seguimos o estamos evolucionando?).
A pesar de que se trata de procesos naturales, que de acuerdo con informes de la Red Sismológica Nacional no indican que la Tierra esté acelerando sus movimientos o viviendo un cambio en sus estructuras, geológos y expertos en sismología de todo el mundo sí han elevado las alertas después de estos sucesos y han invitado a los gobiernos a estar preparados para una emergencia en cualquier momento, (*no que no?)
Esta semana, por ejemplo, el Comité Andino de Prevención y Atención de Desastres dio a conocer un informe en el que recordó que ningún país está realmente listo para enfrentar los peligros que representa un sismo y que la Placa Tectónica Nazca se está metiendo debajo de la Placa de Suramérica (* uyyy, ¿para dónde cojemos)), por lo que en los últimos años han aumentado en la región los movimientos telúricos.
Martha Calvache, subdirectora de Ingeominas y representante de Colombia en este comité, recordó que aunque estos terremotos no han provocado los sismos que se han registrado en el país en los últimos días, la población debe tener en cuenta las recomendaciones de los organismos de socorro y de los expertos en materia de diseño de viviendas para que las construcciones guarden los protocolos de sismoresistencia y no colapsen en el instante de un movimiento telúrico.
Por su parte, Estella Minaya, directora del Centro Regional de Sismología para América del Sur, advirtió que la zona más expuesta actualmente va del sur de Perú al norte de Chile, debido a que no ha ocurrido un terremoto reciente de gran magnitud y se ha ido acumulando energía, que en algún momento va a salir.
Resulta indispensable documentar localmente el riesgo sísmico y el tipo de suelo para definir las construcciones adecuadas que debe haber en cada barrio y así limitar los daños, en caso de un sismo. El riesgo de que ocurra un terremoto siempre estará latente, así ha sido desde que se formó la Tierra, y aunque, según Calvache, nadie está moderadamente preparado ante un fenónemo como estos, que no se puede predecir no hay por qué sentirse temeroso o comenzar a sugestionarse por cualquier sismo que se registre en las noticias (* ¿ para dónde nos podríamos ir?), sino conservar la calma y tener presente de qué manera actuar de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades cuando haya una emergencia.
Terremotos en cifras
- 7.000 temblores de gran magnitud se han registrado en las últimas tres décadas en la Región Andina, según el Comité Andino de Prevención y Atención de Desastres.
- 100 sismos de magnitud entre 4.0 y 4.9 grados, diez entre 5.0 y 5.9 y uno entre 6.0 y 6.9, se registran cada año en Colombia, según la Red Sismológica Nacional.
- 80 por ciento de los terremotos se producen en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las zonas más sísmicas del Planeta.
Los terremotos más fuertes de la historia reciente
- - 1960, en Chile, 9.5 grados
- - 1964, en Alaska, 9.2 grados
- - 2004, en Sumatra 9.1 grados
- - 1952, en Kamchatka, 9.0 grados
- - 1906, en Ecuador, 8.8 grados
- - 2010, en Chile, 8.8 grados
El terremoto de Chile, fue 63 veces más grande que el de Haití y liberó 500 veces más energía, a pesar de que la diferencia entre ambos es sólo de casi dos grados: 8.8 en Chile y 7.9 en Haití. Desde que tembló en Chile, se han registrado más de 50 réplicas en tan sólo una semana, mientras que en Haití, cuyo terremoto ocurrió el 12 de enero, se han producido 88.
En Chile, la Placa de Nazca se deslizó por debajo de la Suramericana y ésta fue empujada hacia arriba rompiendo el piso oceánico y generando un desplazamiento del agua, lo que causó el tsunami.