Autora: Diana Patricia González Torres
Transparencia, precisión, difusión e inclusión en los acuerdos a los que han llegado el Gobierno colombiano y las Farc exigen algunos líderes de organizaciones sociales que trabajan por la paz del país.
Así lo manifestaron el pasado sábado 17 de octubre durante el desarrollo de la novena sesión de la Cátedra de la Paz de la Universidad Nacional (UN), en la que se abordaron los “Impactos del conflicto desde el territorio”, un tema de gran trascendencia en los actuales preacuerdos alcanzados.
Al respecto, el licenciado en Ciencias Sociales Manuel Romaña Mena, líder invitado y representante delegado del Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano, dijo: “no entendemos cómo el Estado colombiano está hablando de paz sino se le ha explicado al pueblo qué pasa.
No hay claridad sobre los preacuerdos. Hemos hecho unos balances y hemos visto que hay temas interesantes, pero hay temas que nos preocupan, porque entramos de manera ligera en esos preacuerdos”.
Por su parte, el moderador de la sesión Leopoldo Múnera, doctor en Ciencias Políticas y profesor de la UN, explicó que para tener paz en Colombia es necesario construir las condiciones para ello en forma diferenciada y desde la diversidad territorial.
“La construcción de la paz hay que vivirla en forma diferenciada en los territorios; los territorios colombianos son heterogéneos”, resaltó.
Durante su intervención, Romaña aseguró que desde el Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano se ha venido trabajando en una agenda que permita establecer una ruta para la paz del país y que, por ello, le han pedido al Gobierno nacional “un espacio en los acuerdos de La Habana”.
“Si nosotros hemos sido los que hemos colocado las mayores víctimas no se concibe que hoy esté sentada la guerrilla de las Farc y los representantes del gobierno Santos, y que la expresión de los afrodescendientes y campesinos no se tenga por ningún lado”, agregó.
Y pese a que las esperanzas de los colombianos están latentes frente a la inminencia de una paz duradera, la transición a una sociedad libre de conflictos bélicos parece no ser tan clara y no tan radical.
Por lo menos así lo piensa el profesor Múnera, quien aclaró que la guerra abarca diversas problemáticas que no se van a resolver con una firma, aunque haya gran voluntad por parte de los actores del conflicto; problemáticas tales como las asociadas a la minería y el extractivismo, al manejo de recursos naturales como el agua, al control territorial y a la existencia misma del campesinado colombiano y de diversos pueblos indígenas y afrodescendientes.
“En los territorios se están viviendo conflictos que por la misma naturaleza de la negociación no se van a resolver con un acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla”, aseguró el profesor Múnera, quien, al igual que los demás líderes invitados, hizo referencia a que el proceso de paz no solo debe involucrar a la guerrilla sino también a los diversos grupos beligerantes que operan en el país y a que es de vital importancia tener en cuenta la posición de las organizaciones sociales, las cuales han venido trabajando en el tema.
Al respecto, María Patricia Tobón Yagarí, representante de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), manifestó: “las Farc son solo el 10% de los actores que producen la guerra”, en tanto que Romaña indicó que “es importante que el ELN tome la decisión política de avanzar en los acuerdos”.
Por su parte, la lideresa Nayibis Mercado -coordinadora de Tierras del Consejo Nacional de Paz y quien hace parte de la Mesa de Interlocución y Concertación Indígena, Afrodescendiente y Campesina de Montes de María- aseguró que la paz debe construirse desde las bases y que en ese proceso deben garantizarse los derechos de los pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos. “Queremos que nuestras voces se escuchen a nivel nacional para decir ya no más. Queremos la paz”, reafirmó.
Para Nayibis Mercado, sin embargo, en ese marco de construcción de paz se deben desarrollar procesos de justicia social en los que se contemple la asignación de jueces de restitución de tierras permanentes.
“Los problemas de tierras no van a parar, los problemas de tierras están ahí y se van a demorar muchos años en resolverse y los va a tener que resolver un juez”, aseguró tras explicar que las problemáticas asociadas a la real restitución de tierras tienen su razón de ser, en parte, en la debilidad de las instituciones. “Muchas instituciones deben transformarse […], hasta la fecha no han cumplido con una sola orden”, aseguró la lideresa.
Para concluir, el moderador de la sesión dijo: “porque para las organizaciones sociales también ha sido claro que la negociación del conflicto armado con las insurgencias no es el final del proceso de paz sino el comienzo del proceso de paz.
Es el comienzo de la construcción de la paz en la que queda un trecho inmenso hacia adelante y en ese trecho las organizaciones sociales son fundamentales”.
INFORMACIÓN DE DIANA PATRICIA GONZÁLEZ TORRES
Diana Patricia González Torres - Periodista Centro de Pensamiento de las Artes y el Patrimonio Cultural para el Acuerdo Social - Universidad Nacional Bogotá, Colombia
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