Autor: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Existía la costumbre de no subir tarifas de servicios públicos hasta después de elecciones. En Cali y la Costa Atlántica parece importarles muy poco que los votantes llegaren a rebotarse el domingo y reaccionen .
El alza en la energía eléctrica en la Costa, se debe a lo mismo de Cali, no al Niño ni tampoco a que las térmicas estén quemando ACPM para producir kilovatios y aliviar la pésima política gasífera de los 5 años del gobierno Santos.
Se debe a que ni Electricaribe ni Empresas Municipales de Cali supieron negociar electricidad a largo plazo y se los está comiendo el precio en bolsa. En otras palabras: malos administradores.
En Cali el problema se agrava porque cada dia que pasa, Emcali no sólo cobra la energía más cara del país, sino que tampoco ofrece el servicio de acueducto debidamente. En la Costa, a Electricaribe, que presta tan mal y cuestionado servicio público, no le importa ni que Supervicios le respire en la nuca ni que sus balances lleven a la iliquidez. Son el Grupo Español Gas Natural y, para ellos, Electricaribe es apenas un pelo de gato.
En la Costa ningún candidato montó su campaña contra este atropello. En Cali ni Angelino ni Armitage ni el Chontico les interesó el tema que preocupa a todos los hogares. Solo un candidato a diputado por los liberales, Pedro Luis Barco, ha hecho una feroz campaña por las barriadas caleñas que se quedan diariamente sin el líquido en las tuberías y se ha hecho llamar “el diputado del agua”, proponiendo soluciones.
Me cuentan que le sale mucha gente. Que la receptividad es mayúscula, como debe ser lógico, pero que ningún candidato a alcalde se le pegó porque todos querían pasar de agache.