Autor: Alejandro Duarte Rueda
El martes pasado un grupo de representantes de los diferentes gremios de comerciantes y empresarios del centro de Barranquilla nos reunimos en el centro comercial El Río con el Brigadier General Ramiro Castrillón Lara, comandante de la Policía Metropolitana, y oficiales de la institución, para manifestarles nuestra profunda admiración y agradecimiento por la manera como vienen ejerciendo el control de la seguridad en la ciudad.
Le manifestamos también que estamos de acuerdo y respaldamos las acciones de la Policía en cuanto al control del microtráfico y los operativos y allanamientos contra gente dedicada al hurto callejero y robo de celulares, entre otros delitos.
Igualmente le manifestamos que estamos dispuestos a colaborar con todo lo que tiene que ver con seguridad ciudadana porque los diferentes gremios de la ciudad hemos entendido que si la comunidad y los comerciantes no se integran y no colaboramos con la Policía, lógicamente los resultados no van a ser los mejores.
Unos meses antes el alto oficial había explicado a los medios de comunicación que hasta lo corrido de este año se habían esclarecido 34 denuncias de extorsión, además de 65 casos que no han sido denunciados.
“Hemos capturado a 96 personas por motivos de extorsión o delitos que están en la misma línea. Se han desarticulado 11 bandas y además hemos impedido que la comunidad pague unos 2.000 millones de pesos”, manifestaba Castrillón.
La orden impartida era que los casos denunciados sean estudiados de inmediato para no dejar que los maleantes ganen terreno. Así, si es posible, el mismo día de la denuncia empiezan las acciones.
Se informaba también que en Barranquilla había dos grandes bandas delincuenciales que tenían como una de sus principales actividades ilícitas la extorsión: Los Urabeños y Los Rastrojos. Actualmente, los grupos que se han desarticulado estaban conformados por personas que hacían parte de esas organizaciones.
Los Rastrojos Costeños son la banda a la que se está investigando y atacando de manera contundente. Los sitios donde mayores casos de extorsión había eran Granabastos, el Centro Histórico y Barranquillita.
En la reunión que sostuvimos, el General Castrillón se comprometió nuevamente con el gremio del Centro Histórico de Barranquilla para que en la seguridad del mes de diciembre se empiece a trabajar desde ya, para que tengamos una Navidad como la del año pasado que no hubo contratiempos de ninguna naturaleza ni hechos que lamentar.
Es importante recalcar que con el comercio apoyando a la Policía y a los diferentes entes de control, es posible que tengamos nuevamente una Navidad en paz.
El comandante de la Policía Metropolitana nos manifestó también su preocupación por el hecho de que se hacen infinitas capturas y allanamientos, y los delincuentes son entregados a la justicia ordinaria y rápidamente éstos regresan a la calle: de cada diez capturados, ocho vuelven a delinquir y sólo dos quedan detenidos.
Es un tema de nunca acabar. La Policía viene ejerciendo el control ciudadano, viene haciendo su trabajo, captura a los bandidos, atracadores, homicidas, los entrega a la justicia y enseguida retornan a la calle o les dan cárcel domiciliaria y siguen delinquiendo.
De todas maneras, nosotros como comerciantes y empresarios debemos tener fe y esperanza en la Policía, que es la única forma de mantener una seguridad bien diseñada con el propósito de que el comercio tenga realmente garantías de tranquilidad como deseamos.
También hicimos hincapié en la necesidad de que el impuesto de vigilancia y seguridad ciudadana sea invertido en la Policía, ya que son muy pocos los recursos que recibe la institución y muchas veces la reacción no se concentra rápidamente por falta de equipos y eso es un tema que necesariamente tenemos que afrontarlo con la administración tanto distrital como departamental.
Lo cierto del caso es que la Policía viene ejerciendo su labor y nosotros como comerciantes tenemos la obligación de colaborarle al máximo.
Fue una reunión amena donde participaron los gremios del centro, Undeco, Asopartes, Asocentro y otras quince agremiaciones más, y el comandante exigió a sus oficiales una mayor organización e integración con los comerciantes para que todos tengamos un fin de año seguro que es lo que aspiramos.
Lo fundamental es la confianza que la comunidad debe tener depositada en la Policía. En épocas anteriores el ciudadano y el comerciante eran apáticos a tener cercanía con la institución, se veía al uniformado como un enemigo más.
Hoy esa idea ha cambiado notoriamente en el sentido de que las cosas han ido evolucionando y ahora hay mayor confianza en la entidad, creemos más en ella y por eso estamos muy contentos con los planes y operativos que está desarrollando la Policía Metropolitana.