Autor: Ernesto McCausland Sojo
En la fachada del Granero "Punto 8" del Mercadito Chiquinquirá, no hay avisos de aguardientes ni de promociones de tapas premiadas, ni nada por el estilo. Allí se leen frases como ésta, de Óscar Wilde: "Que hablen de mí, bien o mal, pero que hablen".
El que la fachada de una tienda se haya convertido en un público tablero de cultura popular es algo que a nadie debe sorprender si uno conoce a su propietario, Álvaro Serrano Duarte, quien entre otras cosas —con base en su experiencia como tendero— posee una treintena de frases propias, a saber: "Un comerciante sabe cuánto vende, pero jamás sabrá cuánto dejó de vender".
Serrano Duarte tiene porqué saber. Oriundo de Zapatoca, Santander, llegó a Barranquilla hace 26 años, incitado por la promesa de su tío, Guillermo Duarte, quien le dijo que en esta ciudad el dinero aparecía en rollos tirados en la calle. Ocho tiendas más tarde, Serrano Duarte aprendió a punta de golpes que la frase no tiene nada de cierta, así se haya dado el lujo de escribir un libro titulado: "Cómo ser un Tendero millonario y no volverse loco en el intento".
Es uno de los cuatro libros que ha publicado:"Recuerdos del Futuro", "El Culebrero" y "Todo por ella", un apasionante relato sobre la vida cotidiana de un tendero en Barranquilla. Serrano Duarte es, en realidad un hombre multifacético: escritor, ex-inspector de policía a los 18 años en Barrancabermeja, asesor político y comerciante; pero lo que me llamó la atención de este santandereano de gafas cuadradas, al punto que lo incluí entre los personajes del año 2006, fue su desempeño con la internet.
En 1990, cuando apenas comenzaban a llegar los computadores personales al país, Serrano Duarte compró su primer PC. La compañía que se lo vendió le advirtió que no lo encendiera e iniciara hasta que un técnico no lo visitara. Serrano no esperó. Empleando el sentido común lo inició y de inmediato emprendió su aprendizaje como autodidacta.
Luego, "cacharreando", como él dice, aprendió a montar páginas web, y elaboró su primer sitio, "detodoparatodos.com", hasta que algún avivato cibernáuta se apoderó del nombre y pretendía cobrarle 500 dólares por devolvérselo. Había que buscar otro nombre.
Así nació "CORREveDILE.com", que es hoy por hoy uno de los sitios más concurridos de la Costa Caribe, reportando en un año más de 1'000.000 de visitantes. Por supuesto que Serrano Duarte no es un dechado de virtudes en el área de diseño y quizá aquí se evidencia un poco la falta de una educación formal en el tema. Pero he visto, aquí mismo, en Colombia, páginas que bien podrían haber sido diseñadas por Michelangelo Buonarrotti, y sin embargo son sencillamente innavegables. (O intente usted abrir la famosa 'página virtual' de la revista "Don Juan").
Lo importante es que a través de esta página sin pretensiones, alimentada con artículos de interés general y otros servicios sencillos, Serrano Duarte supera en visitantes a los monstruos de la comunicación en Colombia, recibiendo mensajes permanentes de todos los rincones del mundo.
Hoy Serrano Duarte ha sido diagnosticado con ateromatosis, un cáncer de las arterias que data de su nacimiento y el cual ha debido llevárselo de este mundo a los quince años de edad.
Algún amigote le decía que la enfermedad no lo ha vencido "por zapatoca", es decir, por avaro, como quiera que Serrano Duarte sólo come tres veces al día y en su casa, lo cual es clave en una dieta que lo ha mantenido afortunadamente con nosotros. O quizá sea el entusiasmo por vivir de este cibertendero, cuya energía vital es evidente en la página que con sus propias manos renueva todos los días.
Artículo publicado en El Heraldo Enero 12 de 2007