Autor: Alejandro Duarte Rueda
Lo que empresarios, comerciantes, hoteleros, tenderos sabían hace mucho tiempo, lo acaba de confirmar la Cámara de Comercio de Barranquilla con un informe titulado “Impacto económico del Carnaval de Barranquilla”, el cual señala que en la fiesta, por cada peso producido se generan dos en el Producto Interno Bruto (PIB).
El estudio elaborado por Fundesarrollo para la Cámara de Comercio confirma que por cada peso invertido para la realización de actividades del Carnaval, éste puede hasta duplicarse, gracias a la suma de tres efectos: directos, indirectos e inducidos.
Los efectos directos son los gastos o compras generadas por los hacedores del Carnaval para la realización de los eventos. Los efectos indirectos son los gastos o compras generadas por los proveedores de insumos para suplir la demanda de los hacedores del Carnaval, y los efectos inducidos son el consumo generado por los ingresos percibidos por los trabajadores contratados para las actividades de Carnaval.
Se explica que “la puesta en marcha de un evento cultural y folclórico como el Carnaval genera toda una dinámica económica directa en actividades pertenecientes a industrias creativas como son, entre otras, diseño, edición, música, moda, gastronomía, confecciones, artesanía, fotografía y medios audiovisuales.
Asimismo, favorece a sectores relacionados con esparcimiento, transporte, hotelería, restaurantes y comercio principalmente, al mismo tiempo que beneficia indirectamente a otros actores gracias al incremento de la demanda de servicios e insumos para su realización”.
De acuerdo a esto, “generalmente se traducen estos efectos en algunas variables macroeconómicas tales como el Producto Interno Bruto (PIB), Valor agregado, Empleo e Impuestos. Se aclara que como mucho del personal ocupado es transitorio, es útil expresarlos en empleos equivalentes de tiempo completo para no sobredimensionar las cifras”.
En este importante estudio, Fundesarrollo identificó los multiplicadores para 59 sectores. Para el sector de servicios de asociaciones y esparcimiento, que es donde se incluyen actividades como desfiles, eventos y conciertos, por cada peso generado en estas actividades, se adicionan en el total del PIB del departamento, 2 pesos por la suma de los tres efectos. Y por cada empleo generado, se crean en total 1,35 empleos
El flujo económico alrededor del Carnaval no solo beneficia a la economía local, sino también a las economías de otras regiones del país debido a que no todos los proveedores son de la ciudad o del Atlántico.
Además de los hacedores del Carnaval, otros protagonistas son los asistentes locales y visitantes nacionales e internacionales que por medio del consumo impulsan sectores de la economía como hotelería y restaurantes, transporte y comercio. El gasto de los visitantes genera aún más beneficios, porque a través de su consumo ingresa dinero adicional al flujo económico normal del sistema económico de esta capital.
El documento también concluye que gran parte de los consumidores del Carnaval son barranquilleros. Según la encuesta de percepción de Barranquilla Cómo Vamos, el 50% de los entrevistados manifestó quedarse durante los carnavales a celebrar las fiestas, lo que representa 724.261 habitantes locales que viven el carnaval si se toma como referencia el porcentaje de la población en edad de trabajar del Área Metropolitana de Barranquilla.
“Teniendo en cuenta que el ingreso laboral medio de los habitantes del AMB fue de $718.224 en 2013, durante el Carnaval hay un potencial importante de capacidad de gasto si se observa la cantidad de población que se queda a disfrutarlo, es decir, si todas las personas gastaran en los días que dura el Carnaval cerca de $99.269 de sus ingresos, podría obtenerse un monto total de $71.896 millones por concepto del consumo”.
En el marco del Carnaval son varios los sectores que se benefician del consumo. De acuerdo al estudio “Carnaval de Barranquilla 2008: Impacto Económico Local”, para ese año el consumo durante los días de Carnaval, aparte de la demanda por el servicio de palcos y minipalcos, correspondió a alimentos y bebidas (64,4%), sillas (13,1%), espumas y accesorios de carnaval (14,7%) y otros (7,8%).
En conclusión, es fundamental aprovechar la enorme afluencia de personas, tanto habitantes de la ciudad como visitantes nacionales y extranjeros, para impulsar la economía, concretamente en la actividad que tiene mayor dinámica, como es la comercialización de bienes y servicios.
Por todo esto, podemos agregarle al lema del Carnaval “quien lo vive es quien lo goza”, uno que diga “El Carnaval es gozando y ganando”.
¡Unidos somos más!