"El gobierno derrocha 450 millones de dólares diarios en esta ocupación, pero sólo puedo sentir vergüenza. El racismo ya no podría enmarcar la realidad de la ocupación por más tiempo, eran personas, seres humanos. Desde entonces me pega la culpa, puede que vea a un hombre mayor, como el que no podía caminar y lo rodamos sobre una camilla para que la policía iraq se lo llevara.
Siento culpabilidad cada vez que veo a una madre con sus hijos, como la que sollozaba histéricamente gritándonos que éramos peores que Saddan, mientras la obligabla a salir de su vivienda. Siento culpabilidad cada vez que veo a una niña jóven, como la que agarré por el brazo y arrastré hacia la calle.
Se me dijo que luchábamos contra terroristas, pero el verdadero terrorista era yo y el verdadero terrorismo era esta ocupación; el racismo dentro de lo militar ha sido durante largo tiempo una herramienta para justificar la destrucción y ocupación de otro país.
Durante mucho tiempo se ha usado para justificar la matanza, la subyugación y torturas de otras gentes; el racismo es un arma vital empleda por este gobierno; es un arma más importante que un rifle, que un tanque, que un bombardero o un barco acorazado; es más destructiva que un proyectil de artillería o un rompe kunker, o un misil tomahawk; son creadas y de la propiedad de este gobierno; son inofensivas, mientras que hayan personas que se nieguen a usarlas.
Aquellos que nos envían a la guerra no tienen que apretar el gatillo o tirar una ronda de morteros; no tienen que luchar en la guerra, sólo tienen qué vender la guerra; necesitan un público dispuesto a enviar y a poner a sus soldados en peligro; necesitan de soldados dispuestos a matar y a ser matados, sin cuestionamientos.
Pueden despilfarrar millones en una sola bomba, pero, esa bomba sólo se convierte en arma cuando los rangos militares están dispuestos a seguir órdenes para usarlas.
Pueden enviar al último soldado a cualquier parte del mundo, pero sólo habrá guerra si los soldados están dispuestos a luchar.
Y la clase dominante, los billonarios que obtienen beneficios del dolor humano, sólo se preocupan en expandir sus riquezas, en controlar la economía mundial; comprenden que su poder sólo yace en su habilidad para convencernos de que la guerra, la opresión y la explotación es por nuestro interés; ellos entienden que su riqueza depende de su habilidad para convencer a la clase obrera de que mueran para controlar el mercado de otros países, y de convencernos a que matemos o muramos; se basan en su habilidad para hacernos pensar de que, alguna forma, somos superiores.
Soldados, marineros, marinos, aviadores, no tienen nada qué ganar con esta ocupación. La gran mayoría de gente viviendo en EE.UU no tienen nada que ganar con esta ocupación; de hecho,no sólo no tenemos nada qué ganar, e incluso, sufrimos más debido a ello; perdemos miembros y damos nuestras vidas de forma traumática; nuestras familias deben contemplar los féretros abanderados siendo llevados a la tierra.
Millones de personas en este país, sin asistencia médica, sin trabajo, sin acceso a la educación, debemos mirar cómo este gobierno derrocha 450 millones de dólares diarios en esta ocupación. Gente trabajadora y pobre de este país, son enviadas para matar a gente trabajadora y pobre de otro país, para convertir a los ricos, en más ricos aún.
Sin el racismo, los soldados se darían cuenta de que tienen más en común con el pueblo Iraquí, de lo que tienen en común con los billonarios que nos envian a la guerra.
Tiré a famlias enteras a la calle en Irak, sólo para volver a casa y encontrarme con familias siendo tiradas a la calle en este país, por esta trágica e innecesaria crisis hipotecaria.
Debemos despertanos y darnos cuenta de que nuestros verdaderos enemigos no se encuentran en un país lejano y no son personas cuyos nombres desconocemos, ni culturas que no comprendemos; el enemigo son personas que conocemos muy bien, personas que podemos identificar.
El enemigo es un sistema que declara la guerra, cuando es más rentable. El enemigo son los Jefes Ejecutivos que nos despiden de nuestros puestos de trabajo, cuando es rentable.
El enemigo son las Compañías Aseguradoras que nos niegan la asistencia médica, cuando es rentable; son los bancos que expropian nuestros hogares,cuando es rentable. Nuestro enemigo no está a cinco mil millas de distancia, sino muy cerca, aquí, en casa.
Si nos organizamos y luchamos juntos, con nuestros hermanos y hermanas, podemos detener esta guerra, podemos detener a este gobieno y podemos crear un Mundo Mejor. Si la tiranía y la opresión llegasen a esta tierra, será bajo el disfraz de lucha contra un enemigo extranjero.