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Las causas ajenas son eso, ajenas: Campo Aníbal Jiménez Silva

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Autores: Álvaro Serrano Duarte - Juan Carlos Rueda Gómez

Campo Aníbal Jiménez Silva - Protagonista de la Novela Recuerdos del FuturoLo capturaron a las seis de la tarde del día anterior: Ya son las tres de la mañana y el piso duro de la celda escasamente ha retenido el calor de sus posaderas. La habitación está oscura y el frío lo atormenta. El chillido estridente e incesante de los grillos es el sonido imperante en el Comando Central del Ejército en San Gil.

Por momentos cree estar solo en aquella tétrica cárcel. Pero realmente lo acompañan seis hombres más, todos campesinos, menos uno. Se trata de un estudiante del Seminario Mayor de La Ceja, Antioquia, que había llegado de paso el día anterior y solicitó hospedaje en la sede de la Asociación de Usuarios. Campesinos, Anuc. A las seis de la tarde el Ejército irrumpió en esas instalaciones deteniendo a todos sus ocupantes, incluyendo al inocente seminarista.

Acurrucado y despierto, como sus demás compañeros, Campo Aníbal ha sido acusado de ser el cabecilla de un grupo de insurgentes y está a la espera de ser trasladado a Bogotá para someterlo a juicio por los delitos de sedición, porte ilegal de armas, uso indebido uniformes militares, subversión, asonada, terrorismo, tentativa de homicidio...

Su futuro es tan oscuro como la madrugada, y su corazón palpita a la velocidad de su preocupaciones. Pertenece a una familia muy numerosa, tanto como para no recordar qué puesto ocupa entre sus 22 hermanos de sangre y tres de crianza. Nació el 29 de Julio de 1947, en la Vereda de Agua Blanca, corregimiento de Carrizal.

Antes de cumplir los diez años, vio cómo su pueblito natal desaparecía por el exilio. forzado de sus habitantes, todos de filiación conservadora, que corrieron montaña arri huyendo del asedio de los liberales y fundaron el caserío de Villanueva, en jurisdicción del municipio de Barichara.

Desde muy niño ha vivido en constante estado de alerta, rodeado de adultos que hablan en voz baja de temas que infunden temor. No comprende por qué se dice que los liberales son malos, si son los mismos que él veía rezando en la iglesia las mismas oraciones; que tienen los mismos problemas de los conservadores; que realizan las mismas tareas campesinas.

Pero ser azul o ser rojo establece una diferencia que pone en juego la supervivencia. Sigue sin entender el porqué, y por más que pregunte, está seguro de que nadie le va a explicar la diferencia.

Haber sido testigo de la muerte por apedreamiento de un pordiosero que se apostaba todos los días en una de las esquinas de la plaza, quien fue acusado de ser "espía" de los contrarios, lo motiva a despreciar a las personas que se etiquetan con ideologías extremistas que les ciegan hasta el punto de atribuirse la decisión de quién debe vivir o morir.

Nunca podrá olvidar el pavor que sintieron él y sus compañeros de segundo primaria, cuando encontraron una mañana sus pupitres repletos de armas de fuego. Ninguno entendía por qué se hallaban allí esos instrumentos de muerte.

Según se enteró después, la escuela era el sitio más propicio para evitar que el armamento cayera en manos del bando contrario o de la policía. No había un lugar más seguro, porque hasta la iglesia y el cementerio eran requisados minuciosamente.

Su oficio infantil como monaguillo era igualmente riesgoso. Las piezas de su vestuario debían ser verdes, amarillas o moradas, pero nunca rojas ni azules. Los primeros eran los colores de la vida, y los segundos, los de la muerte.

Su sueño de ser bachiller se vio truncado en el tercer grado, ya que el único existente en el pueblo era administrado por la curia. Pero un mal día llegó un párroco arbitrario, quien decidió que el clero no podía desgastarse sosteniendo una institución no daba utilidades.

Por eso, al año siguiente, cuando Campo Aníbal llegó ilusionado a matricularse para el siguiente curso, encontró que el claustro estaba lleno de mesas de billar.

Durante su vida infantil y juvenil, fue comprendiendo que las relaciones políticas, económicas, sociales y religiosas iban de un extremo al otro: liberal o conservador; pobre o rico; ateo o creyente; bueno o malo...no había espacio para los medios tonos.

Sin poder ir al colegio, se dedica a ganarse la vida desempeñando diversos oficios como el de ayudante de tienda, vendedor de frutas en la plaza, pasando a peluquero los domingos o a la labranza en el campo. Es su vida tan común y corriente como la de cualquier parroquiano intentando sobrevivir en un medio lleno de miedos, mitos y pacatos ritos sociales y religiosos.

En 1965, con el fin de evadir el servicio militar obligatorio, organiza su matrimonio con la mujer que le ha hecho vibrar sus sentimientos y pensamientos de hombre libertario. Ella, Leticia Caballero, es una joven hermosa con quien sumará esfuerzos para mejorar su calidad de vida.

Una enfermedad le obliga a partir a Bucaramanga. Mientras convalece, se dedica a la venta ambulante de frutas, helados, raspados de hielo y a practicar ciclismo con el conocido deportista santandereano Alberto "Chispitas" Duarte y otros jóvenes que dieron gloria a ese deporte en distintas vueltas a Colombia.

Regresa a su tierra natal para reasumir el trabajo de agricultor en una p y los domingos sigue rebuscándose como peluquero.

Esas actividades le van permitiendo entender ciertas relaciones coyunturales para la protección de sus congéneres y colegas. Comprende la importancia de promover el cooperativismo y se convierte en presidente-fundador de la Cooperativa de Agricultores de Villanueva.

El ejercicio gremial lo conduce, sin proponérselo, a la gestión comunitaria a través de la organización de la Junta de Acción Comunal de Las Lajas, una vereda de San Gil, y a presidir el Sindicato de Agricultores del mismo municipio.

Tantos cargos parecieran quitarle su tiempo cómo labriego. Pero realmente esas labores directivas se realizaban en horarios dominicales y festivos o en horas de la noche.

En 1968 nace la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, Anuc, auspiciada por la Unión de Trabajadores de Santander, Utrasán.

Por sus actividades comunales y cooperativistas es elegido Secretario de la naciente organización y, además, miembro la Junta Asesora de la Caja Agraria, el Incora y el Ina.

Todos estos cargos tienen relación directa con la búsqueda de soluciones a la problemática campesina, como las políticas monopolistas ejercidas por la Compañía Colombiana de Tabaco, Coltabaco, que despiertan sus sentimientos de solidaridad con los campesinos tabacaleros e inicia una batalla frontal contra la política de compras y precios del tabaco que se produce en la región.

Cada año, Coltabaco compra menos cantidad a los cultivadores y a menor precio, llevando a la ruina a la mayoría de los labriegos. Sus alegatos son acogidos por Utrasán que inicia un proceso de negociaciones sindicales en procura de obtener del gobierno nacional un mejor trato al campesino cultivador.

Las conversaciones se rompen y se inicia la militarización de la Provincia de Guanentá. Campo Aníbal, como novel activista, no comprende qué relación puede existir entre las justas reclamaciones campesinas y el orden público.

Ferviente seguidor de las ideas del General Gustavo Rojas Pinilla, más nó del movimiento posterior que se denominó Alianza Nacional Popular, Anapo, se convierte en Capitán de Debate de la campaña en que el Médico Carlos Toledo Plata es elegido Representante a la Cámara.

Sentía en su corazón palpitar las ideas revolucionarias del caudillo José Antonio Galán. El poder de convocatoria de Campo Aníbal era impresionante, y no se detenía ante las precarias condiciones de comunicación, el pésimo estado de las vías y la escasez de medios de transporte.

Las primeras luces de la mañana se filtran a través de la ventana iluminando la pequeña celda donde está él y sus compañeros de lid. Un murmullo proviene de la calle.

Son voces al principio indefinibles y escasas, pero que a medida que van pasando los minutos se van haciendo más y más fuertes hasta permitir reconocer los estribillos combativos y furiosos. Gritos que piden la libertad inmediata de los detenidos.

Campo Aníbal reza en silencio. Su corazón se mueve con desazón como si hiciera coro con las voces de la calle. Tres horas después, un oficial ordena abrir la celda y se dirige al líder detenido indicándole que debe seguirlo hasta la oficina del Capitán a cargo de la guarnición.

Una vez en la oficina, el oficial le notifica que ha llegado un telegrama informando que en Bogotá se firmó un acuerdo entre los dirigentes nacionales del movimiento campesino y el Gobierno. Por lo tanto, sería puesto en libertád en pocas horas, después de los trámites pertinentes.

Y para evitar conflictos con la turba, le pide que se dirija a sus seguidores para disolver la manifestación que empezaba a tener visos de asonada. Acepta complacido hablar de el balcón cual, tribuno independentista.

Tiembla de pies a cabeza por la emoción de la libertad inminente; por el logro de su lucha en beneficio del campesinado; por la imponente manifestación y la satisfacción de haber logrado lo que se había propuesto. Se dirige a la muchedumbre y lee el telegrama.

Después de un atronador aplauso, el orador agradece a sus seguidores las expresiones de apoyo y les dice que pueden ir tranquilos a sus campos con la satisfacción del deber cumplido.

Campo Aníbal es llevado de regreso a su celda. Camino a ella, observa que en los patios de la guarnición militar hay movimiento de tropas. Un par de tanquetas ingresan al batallón y en una de ellas, él y sus compañeros son embarcados y parten con rumbo desconocido.

A todos les pide explicaciones, pero nadie le responde. Después, de mucho insistir, un oficial le notifica que están siendo trasladados al batallón José Antonio Galán de El Socorro.

Sintió rabia al darse, cuenta de que había sido utilizado para apaciguar a los manifestantes, quienes ahora lo verían como un traidor de la causa campesina.

Ya en El Socorro, un teniente que al parecer trabajaba encubierto para una cadena radial, le pide que cuente todo lo relacionado con el engaño de que ha sido víctima. La entrevista fue grabada subrepticiamente y pudo ser difundida de inmediato, dándose a conocer a nivel nacional la manera como fue burlado el movimiento campesino.

Un par de horas después, los guardas fueron sometidos a castigo por no habers percatado del reportaje. De inmediato, Campo Aníbal y sus compañeros fueron sacados del batallón para llevarlos a Bucaramanga.

A la altura del puente de Pescadero, el convoy militar sobrepasó una marcha de campesinos que, iba hacia la capital santandereana a protestar por la sucia jugarreta de las autoridades militares, hecho del cual se habían enterado a través de la radio.

En Bucaramanga fueron puestos a órdenes del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, siendo juzgados sumariamente mediante decreto de la gobernación que los condena a pagar cinco meses de prisión.

Carlos Toledo Plata, recién elegido Representante a la Cámara, solicita ayuda a su paisano, el Senador Norberto Morales Ballesteros para que interceda ante el gobernador Trillos Novoa. Morales Ballesteros lo hace, pero ante la negativa del gobernador, anuncia a la prensa el retiro de su apoyo político al mandatario, presión que no soporta el terco Trillos, no temiendo más opción que ordenar la libertad inmediata de los detenidos.

Libre, ahora sí de verdad, Campo Aníbal parte inmediatamente a Bogotá para participar en el congreso de la Federación Agraria, Nacional, Fanal, dirigida por Helí Aramburo y adscrita a la Unión de Trabajadores de Colombia, UTC, presidida entonces por Tulio Cuevas. En esa directiva, Campo Aníbal fue elegido Secretario de Asuntos Agrarios.

En 1971 asiste a una reunión de líderes sindicales con el entonces Presidente Misael Pastrana Borrero y su Ministro de Gobierno J. Emilio Valderrama, quienes escuchan atentamente su exposición sobre la problemática y resuelven convenientemente sus inquietudes.

Al final de la reunión de tan alto nivel, Campo Aníbal observa que los máximos dirigentes sindicales le entregan al Presidente un sobre cerrado en medio de risas y efusivos abrazos.

Intrigado sobre el contenido del misterioso sobre, más aún cuando ninguno de sus colegas sindicalistas absuelve sus interrogantes, se entera posteriormente de que aquel contenía una moción de apoyo dada por el movimiento sindical al naciente gobierno cambio de un jugoso auxilio económico otorgado por el Estado a las entidades asociativas de trabajadores.

No entendía esa doble moral, ese arrodillamiento, que sólo termina beneficiando económicamente a las altas capas de la dirigencia sindical, lo que conlleva traicionar la verdadera esencia de la lucha obrera y campesina.

Campo Aníbal Jiménez Silva - Protagonista de la Novela Recuerdos del Futuro

Camino a su pueblo, redacta las cartas de renuncia a todos los cargos. Y tan pronto regresa a su casa, su papá, Luis María, le pide que lo acompañe a Barranquilla inmediatamente.

Las razones que su padre le presenta para tanta urgencia es que no podía esperar el día siguiente porque la tienda que tiene en sociedad con un paisano en esa ciu encuentra en serios problemas de administración y al borde de la quiebra.

Su hermano mayor, Ildefonso, le aconseja que acepte la propuesta de su papá, de a que "no tiene nada que perder" y de paso le presta algunas mudas de ropa. Campo Aníbal acepta y esa misma noche parten hacia Barranquilla.

Camino al nuevo destino, medita sobre todo lo ocurrido y empieza a sospechar que tal acción conlleva una razón escondida. En el camino, le insiste a su padre y este por fin le confiesa que realmente se debe a su temor por las amenazas que hay contra su vida, como consecuencia de sus actividades sindicales.

De un lado, los organismos de seguridad lo persiguen por su beligerancia, y por el otro, sus antiguos aliados lo tildan de traidor y han regado la especie de que por su culpa no se logró un acuerdo satisfactorio para la causa campesina.

Campo Aníbal siente ira: primero, con sus compañeros de directiva sindicalista por lo que le han endilgado; y con su padre, quien no le permitió defenderse de las calumnia ante sus correligionarios. Don Luis María, de manera sabia le sentencia:

—Mijo, "El que anuncia una amenaza contra su vida, promociona su propia muerte". Así que, es mejor callar. Por eso todos en la casa nos hemos hecho sordos y mudos ante los anuncios de muerte y consideramos que lo mejor es alejarlo del peligro.

Después de algunos meses al frente del negocio de su padre, Campo Aníbal enferma de leucemia. Al conocer la gravedad de su mal, oculta a los familiares su sufrimiento.

Pero una visita de su padre, hace que acepte viajar a Bucaramanga en busca de una posible cura. La enfermedad arrecia llevándolo a un estado terminal. Ha sido desahuciado y todos esperan un desenlace fatal, menos su madre, Virginia, quien se agarra de todos santos con tanto fervor que día y noche ofrece oraciones y oraciones.

Repasa todo el santoral y ninguno le responde. Sólo encontró eco en un "santo" que aún no ha sido canonizado por El Vaticano: el médico venezolano José Gregorio Hernández, quien le favorece con la sanación dé su hijo.

Recuperado de la enfermedad, regresa a Barranquilla y su actividad se hace más febril en bien de la comunidad. Aprovechando su popularidad entre el vecindario, promociona la creación del Club Duboney, en vísperas de los Carnavales de 1973.

Lidera la organización de las festividades carnestolendas con sus vecinos nombrando reina, haciendo bailes y brindando licor y comida a precios cómodos.

Es tanto el éxito, que en las elecciones siguientes, un político amigo suyo le pide apoyo. A cambio, obtiene el enganche de siete vecinos en algunos cargos públicos y otros en el Terminal Marítimo. Simultáneamente se une a sus paisanos para la creación del Movimiento "Lucha por el Bien Común".

Se afilia a la recién creada Unión de Comerciantes, Undeco, y en la segunda Asamblea es elegido Fiscal de la Junta Directiva, para el período 1975 - 1977; allí se inicia para Campo Aníbal una verdadera vida de servicio al gremio de los tenderos.

Con altas y bajas, su liderazgo es probado algunos años después, siendo también Fiscal, cuando por su condición de directivo se declara en "exilio" por diferencias conceptuales con los demás miembros de la Junta.

Convoca a una Asamblea Extraordinaria de Afiliados en un restaurante llamado “La Cañada" donde luego de una agitada sesión es elegido Presidente de esa asociación en 1989 vuelve al máximo cargo por segunda vez.

Paralelamente con su éxito personal, los logros gremiales le dan la oportunidad de proponer la creación de una asociación de abarroteros que brinde los servicios que Undeco no puede ofrecer; dicha entidad se denomina Asociación de Abarroteros de Barranquilla, Asaba, de la cual también ha sido dos veces presidente.

Fue miembro co-fundador del Movimiento Cívico Santandereano y de Colonias Hermanas por Barranquilla del cual se derivó una campaña electoral compartiendo curul en el Concejo Municipal con: Ernesto Gómez Guarín en 1990.

Es co-fundador de la Fiesta Nacional del Tendero, en 1989; fue Director del periódico El Comunero, medio informativo de Undeco, en 1992; compositor de temas musicales de corte romántico y de despecho; co-autor con Alvaro Serrano Duarte de la novela "Todo Por Ella", de gran éxito editorial.

Hoy siente la satisfacción de estar luchando por una causa propia, a diferencia del pasado, cuando, más por solidaridad que por convicción, abrazó causas ajenas.

 

“...”

 

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