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El novelista de la Primera República

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Autor: Harold Alvarado Tenorio

Afonso Henriques de Lima Barreto - Escritor - BrasilLa vida de Afonso Henriques de Lima Barreto (Rio de Janeiro, 1881-1922), «el novelista de la Primera República», contrasta con la opulencia y soberbia de la época. Marginado de la vida social y literaria por rebelde y por mulato, hizo carrera de periodista en Correio da Manhá, Jornal do Comercio, Correio da Noite y Careta, donde a través de sus artículos creó un fresco de su tiempo.

Allí quedaron consignadas sus opiniones sobre la urbanización de Rio de Janeiro, la campaña contra la fiebre amarilla, el endeudamiento externo, la política de valorización del café, la participación de Brasil en la Primera Guerra Mundial, el feminismo, las huelgas obreras de 1917 y 1918, la conferencia de Versalles, la Semana de Arte Moderno, el Carnaval, el fútbol [«es cosa inglesa y nos llegó por mediación de los arrogantes y rubicundos cajeros de los bancos ingleses, ésos, los de la calle de la Candelaria y sus alrededores, en quienes todos nos obstinamos en ver lores y pares del Reino»] y las quinielas.

Como es sabido, la Primera República (1889-1922), [Cortesão y Calmon, 1950] tras el derrocamiento del emperador Pedro II instituyó la descentralización administrativa, separó las iglesia del estado, decretó el matrimonio civil y adoptó medidas financieras que rompían radicalmente con el pasado.

La fiebre comercial, la actividad bolsística, la especulación y la prosperidad ficticias condujeron a la Gran Quiebra de 1891. Al finales de la Primera República los establecimientos comerciales eran 13.336 con un capital de 1.815.000 contos de reis; se producían 13.390.000 sacos de café, 12 millones de toneladas de azúcar, un millón de sacos de cacao, 142.000 toneladas de algodón, y las exportaciones alcanzaban el 1.769.000 contos, mientras las importaciones los 2.090.600. La población era de 30.635.605 habitantes.

La militancia literaria de Lima Barreto tuvo mejor resonancia en su periodismo que en sus novelas y cuentos. Cuando la urbanización de Río arremetió contra los rascacielos:

Por mera imitación de aquella aglomeración humana [New York], llenamos Rio de Janeiro de descabellados edificios altos, de cinco o seis pisos, con una base relativamente insignificante, verdaderas torres para aplastar los pequeños edificios de altos de tiempos del Imperio, con sus dos pisos apocados y decentes. Una ciudad como la nuestra, sembrada de colinas pintorescas, arboladas o no, que forman su verdadero encanto, si continúa con esas construcciones, en breve perderá sus horizontes originales y quedará como cualesquiera otra.

En cuanto a la situación de la mujer no dejó de criticar tanto la institución matrimonial como las actitudes de las feministas:

Todo casamiento es una decepción, en especial para la mujer» dijo «[Las feministas] tratan solamente de arrancar con astucia empleos públicos, sin ley vigente que lo permita. El feminismo es un partido de acomodos como cualquier otro masculino.

Para Lima Barreto la literatura tenía que ser expresión de los momentos que vive el escritor, dejando un testimonio veraz de sus sentimientos ante los sucesos y la historia a fin de abolir los gestos del pasado y, mediante la obra, tratar de gestar cambios radicales en el comportamiento del hombre.

La importancia de la obra literaria [...] debe residir en la exteriorización de un cierto y determinado pensamiento de interés humano, que hable del problema angustioso de nuestro destino, frente al infinito y la miseria que nos cercan y que aluda a las preguntas de nuestra conducta en la vida». «Nuestro deber de escritores es dejar de lado todas las viejas reglas, toda la disciplina externa de los géneros y aprovechar de cada uno de ellos lo que se pueda, e intentar, conforme a la propia imaginación, modificar ciertas costumbres, sugerir dudas, erguir juicios adormecidos, difundir nuestras grandes y altas emociones frente al mundo y al sufrimiento de los hombres...

Recuerdos del escribiente Isaías Caminha [Recordacoes do escriváo Isaías Caminha] (1909), es la historia de un joven que trata de encontrar un lugar en una sociedad que le oprime alcanzando una victoria a medias, amarga y dolorosa, tras conceder, tranzar y pactar. En el periódico donde trabaja, vocero de la democracia liberal, debe sufrir discriminaciones sin cuento por ser mulato.

Al final reconoce su derrota. Lima Barreto retrata al político, el periodista, el burócrata. De una crónica sentimental de un adolescente, la novela se convierte, poco a poco, en un proceso que Caminha instaura a la sociedad clasista donde sobrevive.

El triste fin de Policarpo Quaresma (1911) [Triste Fim de Policarpo Quaresma], la más perfecta y acabada de sus novelas, narra la historia de otro antihéroe, solo que esta vez no desiste en la lucha sino que es vencido, terminando en prisión por maleante, traidor y enemigo de las instituciones republicanas.

Con humor Lima Barreto cuenta las aventuras del Mayor Quaresma, que desea, ingenuamente, mediante solicitudes respetuosas a las autoridades, que Brasil vuelva por sus tradiciones, propone la adopción del Tupí-Guaraní como lengua oficial y nacional frente al portugués; la rehabilitación del violón, el estudio del folklore y la diversificación de los pequeños cultivos para abolir los latifundios.

Vida y muerte de M.J. Gonzaga de Sá (1919) [Vida e Morte de M. J. Gonzaga de Sá], es una sátira acerca de la burocracia en la figura de dos personajes antagónicos: Gonzaga de Sá y Xisto Beldroegas, uno, enemigo de los poderosos, otro, su anverso.

Y como marco para la historia, «el más bello poema en prosa que se haya escrito sobre Rio de Janeiro en la descripción de su vida urbana y suburbana, en la defensa de su fisonomía original, entre el mar y la montaña, amenazada, desde entonces, por la mala administración, por la especulación inmobiliaria, por la incompetencia de sus prefectos», como anota Assis Barbosa.

Huérfano de madre a los siete años, su padre fue destituido de su empleo, en la Imprenta Nacional, por ser antirrepublicano, del partido monárquico del senador Afonso Celso. Gracias a la ayuda del Visconde de Ouro Preto, fue entonces empleado en el manicomio de Isla del Gobernador, donde él mismo terminaría recluido.

Joáo Henriques hablaba francés y llegó a traducir un manual de impresión, oficio del cual vivía. Ouro Petro costeó la educación de Afonso, primero en el Liceo Popular Miteroiense, fundado por un escocés que fuera Cónsul del Reino Unido en Río y más tarde en la Escuela Politécnica, de donde se retiró, sin diplomarse de ingeniero, en 1902.

A los veintiún años, con su padre enfermo y ocho personas a su cargo, ingresó como escribiente en el Ministerio de la Guerra. En 1907 fundó con varios amigos «discípulos de Tolstoy y seguidores de Kropotkin» la revista Floreal, donde aparecieron los primeros capítulos de su novela Recuerdos del escribiente Isaías Caminha. Alcohólico, [“Sin dinero, mal vestido, sintiendo la catástrofe próxima de mi vida, fui llevado a las bebidas fuertes y aparentemente baratas, las que embriagan más rápido", escribió en Diário do Hospício] hubo de ser internado en varias ocasiones.

Pasó sus últimos años como habitante de la Calle do Ouvridor del suburbio Todos Os Santos, vestido con andrajos o ropa de moda. Autodidacta, Lima Barreto se aficionó tempranamente al materialismo comtiano, al liberalismo spenceriano, el evolucionismo de Darwin y el intelectualismo de Renán.

También leyó con avidez en Bakunín, Cervantes, Balzac, France, Dostoievski, Gorki y Swift. Para él, la literatura tenía que ser expresión de un momento de la sociedad, a fin de modificar «ciertas costumbres, sugerir dudas,  juicios adormecidos, difundir nuestras grandes y altas emociones frente al mundo y al sufrimiento de los hombres».

En español ha sido difundido parcialmente en Recuerdos del escribiente Isaías Caminha y El triste fin de Policarpo Quaresma, en traducción de Haydée M. Jofre Barroso; prólogo y cronología de Francisco Assis Barbosa, Caracas, 1978.

Lima Barreto -escribió Coelho Neto- es uno de los mayores novelistas que haya tenido Brasil, observando con el poder y la precisión de una lente, escribiendo con magistral seguridad, describiendo el medio popular como ningún otro.

Véase Cassol, Elisabeth: Uma voz dissonante na «República do Café»: Literatura e sociedade em Lima Barreto, en Morales Saravia, José, ed: La literatura en la sociedad de América latina, Lima, 1986. Da Silva, Pedro Castro: AHDLB e o mito da identidade nacional, São Paulo, 2014. Freire, Zélia Nolasco: Lima Barreto: imagen e linguagem, São Paulo, 2005. Gikovate, Moisés: Lima Barreto, uma vida atormentada, São Paulo, 1955. Prado, Antonin Arnoni: Lima Barreto: o crítico e a crise, Rio de Janeiro, 1976. Silva, H. Pereira Da: Lima Barreto, escritor maldito, Rio de Janeiro, 1976.

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