Bettina Langerfeldt
Empresaria de Internet - Osorno, Chile
¿Alguna vez ha estado con un gran signo de interrogación sobre su cabeza a la hora de educar a sus hijos? ¡Bienvenido al Club! Lo invito a "salirse de la caja" y olvidarse por un rato de todas las ideas que usted tiene sobre la educación. Quisiera exponerle 7 elementos básicos de educación que, si bien casi no se aplican en la educación tradicional del mundo acelerado de hoy en día, han estado presentes en la educación durante siglos.
La educación de nuestros hijos es un tema complejo. Por un lado deben existir un sinnúmero de métodos diferentes que, en la teoría, parecen ser efectivos en la preparación de un niño para la edad adulta. Por otro lado, los padres se enfrentan diariamente con situaciones de la vida real cuya solución específica no se encuentra en ningún libro sobre educación.
Cada familia tiene su propia dinámica y está expuesta a sufrir más problemas en un área determinada que en otro, dependiendo de muchas variables como la cultura, los valores, las creencias, las tradiciones, etc. Lamentablemente dichos desafíos en la educación de los hijos no siempre tienen una solución fácil y requieren de un tratamiento específico que es propicio para cada situación. Muchas veces los padres se sienten abrumados e impotentes cuando se ven enfrentados a situaciones desafiantes y buscan ayuda desesperadamente.
Por eso hoy en día los padres recurren a los expertos más que nunca. Las consultas de neurólogos, psicólogos, psiquiatras, terapeutas ocupacionales, psicopedagogos, etc., están repletas de padres que están buscando como solucionar los problemas con los cuales se enfrentan en la educación de sus hijos.
Al fin y al cabo, nadie nos enseña como ser buenos padres y por ende, tendemos a confiar en estos expertos a la hora de buscar soluciones concretas. Aunque en numerosos casos la ayuda de expertos es aconsejable y útil, muchas veces hay maneras de solucionar un problema o de evitarlo del todo sin tener que recurrir a ellos.
Todo radica en volver a simplificar lo que se ha vuelto tan complejo. Es cosa de volver a establecer principios básicos de educación y de confiar más en aquél sentido común con el cual Dios ha dotado a todo ser humano, especialmente a los padres.
Debemos reconocer que nosotros como padres tenemos la responsabilidad de educar a nuestros hijos y no nos podemos deshacer de ella, aunque quisiéramos. El intento de entregarla en manos de otros siempre va a llevar al fracaso, porque viola las leyes universales sobre las cuales está establecido el bienestar de la unidad familiar.
Una vez que los padres estén concientes del importante rol que tienen en la vida de sus hijos, también estarán preparados para hacer los cambios necesarios en la educación de ellos. Un padre que así reconoce la autoridad que Dios le ha otorgado sobre sus hijos, también estará en condiciones de prepararlos para una vida de éxito.
Definamos lo que significa una vida de éxito. Puede ser muy diferente de una familia a otra y todas las definiciones son respetables. Lo importante es que los padres tengan una visión clara y sepan cual es la meta a la cual desean llegar al preparar a sus hijos para la adultez.
Lo más fácil es ir con la corriente y asumir que ésta se dirige en la dirección correcta. Sin embargo, eso no siempre es así.
Por eso es muy importante comenzar a pensar "fuera de la caja", siendo la "caja" el conjunto de paradigmas que tenemos frente a un tema dado, en éste caso la preparación adecuada de nuestros hijos para que tengan una vida segura, plena y que sea de bendición para su generación.
Es lo que nosotros hicimos hace diez años atrás cuando comenzamos a educar a nuestros hijos en casa y descubrimos varios ingredientes claves que nos dieron excelentes resultados en la educación de nuestros hijos. Estos elementos no se aplican comúnmente en la educación moderna, sin embargo, cualquier padre puede implementarlos en su hogar.
Sin presumir saberlo todo y reconociendo que, como todo padre, también hemos cometido numerosos errores en la educación de nuestros hijos, quisiera compartir la visión que nosotros tuvimos y los 7 elementos que implementamos para alcanzar nuestra meta de entregarles una educación de éxito.
Nuestra definición de una educación exitosa:
Una educación de éxito es aquella que:
- - Entrega al niño las herramientas necesarias para desarrollar las habilidades y los talentos únicos que el posee y así lograr alcanzar su máximo potencial
- - Enseña valores y principios básicos de vida y fomenta el desarrollo de carácter que es necesario para nunca llegar a transarlos.
- - Tiene como resultado que el niño contribuya significativamente al bienestar de su familia y de la comunidad que lo rodea.
En menos palabras, es enseñarles a caminar en el plan específico que Dios ha creado para cada uno de ellos.
Los 7 elementos que implementamos para alcanzar ésta meta:
- 1. Usamos libros reales
En vez de usar libros de texto que contienen información predigerida y solo exigen rellenar los blancos o contestar preguntas con alternativas de selección múltiple, inspiramos a nuestros hijos a leer libros de la literatura clásica y muchas biografías de grandes mujeres y hombres de la historia.
Formulábamos preguntas acerca de las acciones de los caracteres de los libros y fomentábamos discusiones acerca de la problemática que cada libro planteaba.
- 2. Les permitimos suficiente tiempo libre para perseguir sus intereses individuales.
Uno de los fundamentos de cualquier educación de líderes es el respeto hacia la individualidad de nuestros hijos. Una educación genérica difícilmente va a entregar las herramientas necesarias para que cada niño desarrolle sus fortalezas en forma adecuada. La educación tradicional normalmente se enfoca demasiado en las debilidades de sus alumnos con el objetivo de "nivelarlos" con sus pares.
- 3. Entregar apoyo moral y financiero en sus proyectos individuales.
Al darle a un niño el espacio suficiente para perseguir sus propios intereses, aflorará su creatividad y muy pronto expresará su deseo de emprender en algún proyecto propio. En nuestro caso fueron innumerables los proyectos que se les ocurrieron. Desde una simple torta de mazapán hasta un cultivo hidropónico, un gallinero y un cohete de agua. En vez de apagar su entusiasmo y pensar en mil razones por las cuales no va a resultar, es mejor abrazar ésta oportunidad e inspirarlos en sus ideas con apoyo moral y financiero, si es necesario.
- 4. Buscar buenos mentores.
Al principio los mentores más importantes son los padres. Sin embargo, a medida que el niño crezca, es importante permitirles estar junto con expertos del área de su interés que les puedan aportar mucho más conocimientos y experiencias que nosotros. Un buen ejemplo es el caso de nuestra hija mayor que siempre demostró un gran interés por los números y estuvo trabajando por dos meses como aprendiz de un "Trader" de acciones exitoso en Miami, Florida.
- 5. En vez de comprar tantos juguetes y video juegos, es mejor comprarles las herramientas para poder elaborar algo por su propia cuenta.
Una buena caja de herramientas o un "kit" de pintura o de bordados son regalos que estimularán la creatividad de nuestros hijos.
Un buen ejemplo de esto es nuestra segunda hija, que es artista y demostró tempranamente su pasión por la fotografía. Contó con nuestro pleno apoyo durante su adolescencia y le compramos varias cámaras fotográficas, además del software de Photoshop. Como resultado, ella tenía su propia página web a los 17 años en la cual ella ofrecía servicios de fotografía y de diseño gráfico. Hoy en día tiene 19 años y posee una cartera importante de clientes a pesar de aún no poseer un título de estudios superiores.
- 6. Jugar juegos de finanzas con ellos como Monopoly y Cashflow desde una temprana edad.
Los niños aprenden jugando. ¿Qué mejor manera de educarlos en el área de las finanzas para asegurarse de que sepan manejar y multiplicar bien el dinero a futuro? Se puede complementar ésta parte de la educación leyendo con ellos libros de R. Kiyosaki e invitándolos a participar en el manejo del dinero que usted hace como padre.
- 7. Atender conferencias y cursos con sus adolescentes.
Una de las maneras más poderosas de enseñar es aprender junto con ellos. Hay varias ventajas de invitarlos a participar junto con usted en cursos y conferencias:
- a. Usted está demostrando un interés genuino por los intereses de sus hijos
- b. Los está tratando como adultos jóvenes, no como meros adolescentes. Ellos se comportarán de acuerdo al trato que usted les da.
- c. Un gesto de amor habla más que mil palabras. Al involucrarse personalmente en su proceso educativo usted está demostrando su preocupación por el futuro bienestar de ellos.