Autora: Rozanne de Revelle
Viendo el mundo en la plenitud de sus colores, y con una perspectiva un poco loca, podemos afirmar que Dios Derramó la Caja de Pinturas y sus colores quedaron esparcidos por cada uno de los seres vivos e inertes de nuestro planeta.
Algunas pruebas pueden ser vistas en la siguiente presentación: