Cynthia García Polo
Psicóloga - Barranquilla, Colombia
"Observa tus pensamientos, se convertirán en tus palabras. Observa tus palabras, se convertirán en tus acciones. Observa tus acciones, se convertirán en tus hábitos. Observa tus hábitos, se convertirán en tu carácter. Observa tu carácter, se convertirá en tu destino”
Mahatma Gandhi
Muchos padres no saben qué hacer para que sus hijos abandonen algún mal hábito como morderse las uñas, chuparse los dedos, enrollarse el cabello en el dedo, hurgarse la nariz, decir palabrotas, etc. Y muchos de ellos tienen razón en preocuparse ya que algunas costumbres que se inician en la infancia, pueden conservarse hasta la edad adulta.
Además, por detrás de cada mala costumbre existe algo que pueda justificarla. Es decir que el mal hábito puede ser apenas una forma que el niño tenga de expresar algo que le esté molestando.
Es necesario estar atento y, siempre que sea posible, se debe cortar lo malo de raíz. Pero sin agobios ni ansiedades, porque en este caso los resultados pueden no ser nada buenos. Con paciencia, determinación y mucho cariño, todo se soluciona para el bien de los niños. Según el Dr. Pedro Barreda, de Pediatraldia, no todas las manías o actos repetitivos son motivo de preocupación.
Dependen de la edad del niño, de las circunstancias y de la frecuencia con que aparezca el hábito. A veces sencillamente se tratan de gestos que pertenecen a su lenguaje corporal.
¿CÓMO UN NIÑO ADQUIERE UN MAL HÁBITO?
Existen algunos motivos por los que un niño empieza a repetir una mala acción. Una de las vías para adquirir un mal hábito es la imitación. Los niños, principalmente los más pequeños, aprenden imitando. En casa, los niños imitan a sus padres y/o hermanos. En la escuela, a sus compañeros.
Si el niño, no todos, convive con alguien que guiña los ojos a cada momento, es probable que con el tiempo llegue a imitarlo e inconscientemente se inicia un hábito. Lo mismo ocurre si los padres de este niño están diciendo palabrotas todo el día. ¿Cómo querrán ellos que su hijo no aprenda lo mismo? Hay que introducir buenos hábitos en la vida de los niños, y todo empieza en la familia, en la casa.
Otra vía de adquisición de un mal hábito puede tratarse de señales que el niño emite cuando no encuentra ni tiene palabras para expresar lo que siente o lo que le preocupa. Acaban comunicándose a través de alguna mala costumbre. En niños mayores, lo mismo puede pasar si ellos no encuentran diálogo en la familia, o no son entendidos por sus padres. Es probable que, en estos casos, el niño se desahogue en una mala acción que se convertirá, en muchos casos y con el tiempo, en un mal hábito.
¿CÓMO CORREGIRLOS?
La mayoría de los hábitos se pueden corregir, para ello, es muy importante ser constantes y saber explicar con claridad a nuestro hijo como queremos que se comporte.
Así por ejemplo, decirle claramente que no nos gusta que diga palabrotas o explicarle que meterse el dedo en la nariz no está bien, y que además es un acto de mala educación y le puede hacer daño. No debemos ignorar estos comportamientos, ya que, aunque muchos de éstos desaparecen con el paso del tiempo, hay algunos de estos hábitos que se arraigan en la persona y continúan en la edad adulta.
No obstante no debemos dramatizar, regañarles en exceso o castigarles, esto casi siempre es contraproducente, los niños suelen tomar una actitud defensiva y en la mayoría de las ocasiones estas manías aumentarán y se repetirán constantemente cuando los padres no estén presentes.
Lo ideal es corregirles de una manera positiva y didáctica, explicándoles lo inconveniente de estos hábitos, animándoles y recompensándoles cuando muestren una mejoría en su comportamiento.
Nacimos para ser sociables, desde que estamos en el vientre de nuestra madre, hasta el último día de nuestra vida hemos de desarrollar experiencias socialmente relevantes, de aquí la importancia de enseñar a nuestros pequeños pautas de conductas para mantener buenas relaciones con los demás, que son la base de una buena inteligencia emocional.
Escoger un jardín infantil adecuado para nuestros hijos también hace parte fundamental de su desarrollo, el preescolar a diferencia de una guardería se caracteriza por brindar actividades más estructuradas y educativas.
El Jardín Infantil Cajacopi cuenta con 18 años de experiencia. Fue el primer jardín infantil certificado por el ICONTEC, en la ciudad de Barranquilla.
Dentro de nuestros servicios ofrecemos:
Propuesta pedagógica basada en aprendizaje significativo, aprendizaje por descubrimiento y constructivismo.
PNL (Programación Neurolingüística).
Sala de Informática.
Proyecto pedagógico transversal anual.
Inglés intensivo.
Gimnasio para el desarrollo de la motricidad.
Emprendimiento
Club de la armonía familiar.
Equipo interdisciplinario (fonoaudiología, Terapia ocupacional, psicología).
Psicomotricidad , música , danza y arte dramático.
Aulas con aire acondicionado.
El equipo Interdisciplinario del Jardín Infantil Cajacopi conformado por profesionales en Psicología, Terapia Ocupacional y Fonoaudiología, cumplen funciones encaminadas a promover el desarrollo de los estudiantes desde 1 hasta los 6 años.
PSICOLOGÍA
El servicio de Psicología del Jardín Infantil Cajacopi tiene como función brindar a la comunidad educativa, en general, las estrategias y actividades pertinentes para lograr un desarrollo armónico y equilibrado del proceso educativo.
TERAPIA OCUPACIONAL
El servicio de Terapia Ocupacional del Jardín Infantil Cajacopi tiene como función valorar, identificar y tratar a los estudiantes que evidencian dificultades de aprendizaje.
FONOAUDIOLOGIA
El servicio de Fonoaudiología del Jardín Infantil Cajacopi cumple la responsabilidad de velar por el bienestar socio-comunicativo de los estudiantes, previniendo deficiencias en los procesos adquisitorios.
Los invitamos a conocer mucho más de lo que ofrece el Jardín Infantil Cajacopi, excelentes tarifas para afiliados y no afiliados, nos encontramos en la Carrera 53 # 55 – 210 Barranquilla, Teléfonos: 3491109 - 3692300. Celular: 3005178250.
Encuéntranos en Facebook: Jardín Infantil Cajacopi.
Compartir