Evaristo Camargo-Rodas
Periodista, Crítico de Arte - Barranquilla, Colombia
Autor: Martín Orozco Cantillo
El carnaval está caracterizado como una turba expresiva gozosa, en la cual cual la conducta colectiva, es una manifestación de la liberación de la monotonía de la vida diaria.
Este evento se inscribe dentro de la expresiones recreativas y artísticas, y por lo tanto simbólicas, comunes a todas las realidades culturales.
Para Barranquilla constituye una actividad profundamente vital de la cultura popular del Caribe.
Los artistas plásticos ubicados en este especio social y cultural, sienten la necesidad de conocer esa realidad y comunicarla mediante la creación estética.
Gladys Molina explora y plasma la magia de esta festividad, y proyecta una expresión mediante tonalidades cromáticas y la fuerza de la luz.
Aborda la festividad carnavalera desde otro horizonte de compresión, desde otra cara: la cara de la problemática social, en la cual están inmersos los niños, quienes llevan a cuestas, la miseria y el hambre. En tal sentido, sugiere la reflexión sobre este hecho y sus posibles soluciones.
Resulta interesante resaltar los títulos de algunas de sus obras artísticas:
- Carnaval embotellado en la Vía 40
- Paliativo de la miseria
- Dos realidades
- Renacer de Joselito
Joselito es el personaje que representa una figura y un símbolo del Carnaval, es una muerte y vida a la vez; una realidad trascendente, que lleva implícito un acto de creación y recreación.