Autor: Alejandro Duarte Rueda - Dirigente Gremial, Sociólogo - Barranquilla, Colombia
Ciertamente las lluvias traen consigo una serie de beneficios sobre todo para el sector agropecuario que venía atravesando uno de los momentos más difíciles de su historia, con una crisis económica que afecta a gran parte de Colombia y especialmente a la Región Caribe.
Muchas siembras, numerosos animales, muchas pérdidas materiales que causó el verano por más de ocho meses que se prolongó el Fenómeno del Niño por toda la región.
En lo que corresponde a los departamentos del Atlántico y Magdalena, las pérdidas fueron cuantiosas, más de 500 mil reses fallecieron como consecuencia de la falta de agua y con escasez de comida, pues no se conseguía ni siquiera alimento para el ganado.
El ICA no actuó ni asumió la responsabilidad que le cabe en cuanto al sector agropecuario. Siempre el ICA ha estado muy pendiente de lo que le suceda a los sectores ganadero y agropecuario, pero en esta oportunidad brilló por su ausencia y fueron muchas las reses y cultivos que se perdieron como consecuencia de la falta de agua.
Afortunadamente al finalizar el mes de abril se presenta una época lluviosa que trae consigo alegría y esperanza para miles de ganaderos y agricultores, esperanza de que el sector vuelva a reactivarse como en años anteriores.
No podemos desconocer que la región del Magdalena y parte del Cesar siempre han sido zonas realmente lluviosas, pero en esta oportunidad el agua y la comida han escaseado como consecuencia del intenso verano.
En el Magdalena han muerto más de 10.000 reses y los pocos reservorios de agua que quedan se están secando. Los municipios más afectados son Plato, El Difícil, San Angel, Nueva Granada, Chibolo, y Pivijay, este último en particular al cual se le está secando el caño que provee de agua a la población.
El departamento cuenta actualmente con 1’200.000 cabezas de ganado y todas están padeciendo la crisis de hambre. La producción de leche y sus derivados ha disminuido más del 50%, dado que no hay vacas en buenas condiciones para sacrificio.
Las pérdidas económicas son incalculables, están por encima del 70%, lo que se traduce en billones de pesos en pérdidas; los pastos han desaparecido, y con esta sequía prolongada se seguirán muriendo las reses.
El Departamento ya no se está exportando carne, antes se exportaba a Venezuela, pero por la crisis no se dan las condiciones de exportación, ya que los exportadores están pidiendo novillos de 450 kilos y de estos ya no hay en la región.
El ganado colombiano se está exportando actualmente a países como Irak, pero la crisis mantiene por fuera de las exportaciones al sector ganadero del Magdalena.
Mientras tanto, el cierre de la planta de beneficio de Codazzi, Cesar, al parecer por debido a irregularidades administrativas, provocó el traslado del sacrificio a la planta de beneficio en Villanueva, que está ubicada a 70 kilómetros de Codazzi. Incluso los habitantes han tenido que sacrificar sus animales en sitios no autorizados.
Aunque no hay desabastecimiento, el cierre ha traído como consecuencia el aumento del precio de la carne. Diariamente, en el municipio se consumen en promedio 20 reses.
Esto se suma a la reducción del inventario bovino en el municipio en el período 2010-2015. Según Fedegán, cada año se han perdido entre 15 y 20 mil cabezas, por lo que hay 100 mil menos que hace 5 años, es decir más del 50%.
Teniendo en cuenta estas cifras, creemos que es el momento de tomar iniciativas y adoptar correctivos antes que vuelvan a suceder fenómenos parecidos como el que acaba de acontecer.
Hay necesidad de prepararse con los pozos profundos, con los reservorios de agua, arreglar el problema de los caños, las quebradas y los ríos para que se pueda solventar este tipo de situaciones tan lamentables para el sector ganadero y agropecuario.
No empieza todavía a reverdecer el campo y comienzan a verse los frutos de estos aguaceros, los primeros que caen en el año y eso mantiene contento al sector. La leche, el pasto, la comida, realmente van a traer grandes beneficios.
Por eso estamos complacidos con la llegada de estas lluvias y esperamos que este año sea extraordinario para el sector.
¡Unidos somos más!