Autor: Alejandro Duarte Rueda
No solo cobran a espectáculos públicos, ahora van por buses y taxis
Nuevamente Sayco y Acinpro pretenden, además de cobrar por el uso de la música a los espectáculos públicos, a los estaderos, discotecas y cantinas, cobrarles también a los taxistas, a los buses, a los carros particulares, y a toda persona que escuche radio o vea televisión.
No se justifica que un hotel que tenga 20, 30 o 40 habitaciones, deba pagar una tarifa por cada radio o televisor, o que las tiendas que desde hace más de 30 años han estado exentas según la reglamentación de Sayco-Acinpro, ahora deban pagar por tener un televisor para el uso del propietario o un radio para escuchar las noticias, y no es cualquier cantidad de dinero, es una suma exagerada que sobrepasa los 500 mil pesos al año.
En la Unión Nacional de Comerciantes, UNDECO, con cerca de 15 mil establecimientos afiliados en toda la Región Caribe, creemos que no es posible que se siga abusando de una ley creada en el año 82 para beneficio de los compositores y de los músicos, y que durante muchos años ha sido cuestionada puesto que no se sabe cuánto dinero recauda esa entidad y quiénes son los beneficiarios de este tributo o impuesto que están pagando comerciantes, empresarios, y que ahora lo quieran trasladar también al sector transportador, y hasta a las iglesias por el hecho de tener un micrófono o un equipo de sonido.
Creemos que esta entidad debería ser intervenida por el Estado para que maneje esos recursos a través del ministerio de Cultura y que se pueda saber a ciencia cierta cuánto es el valor de los recaudos y cuánto es el dinero que se traslada a los artistas y autores.
Nunca hemos estado en desacuerdo con esta ley porque busca proteger a los músicos que deberían estar recibiendo suficientes dividendos, porque los dineros que recauda Sayco-Acinpro son billones que está cobrando en el territorio nacional. Sin embargo, son numerosos los compositores e intérpretes que han muerto en la miseria, abandonados, sin auxilios, debido a la negligencia de entidad que no les ha dado ni siquiera para el entierro
Valdría la pena entonces que el gobierno nacional tomara cartas en el asunto como ya lo hizo en su momento el vicepresidente Germán Vargas Lleras cuando era ministro del Interior, al suspender la personería jurídica de esa entidad porque habían más de 400 denuncias en su contra, viéndose obligado a suspenderle la licencia y solicitar a los comerciantes que no pagaran ese tributo.
Por eso queremos que haya claridad en ese aspecto. No se justifica que un restaurante con 3 o 4 mesas y una radiola o un equipo de sonido, tenga que pagar 400 mil pesos, y a un espectáculo musical Sayco-Acinpro le cobre 6 millones de pesos.
No nos oponemos al cobro de estos espectáculos en algunas épocas especiales como carnaval pero trasladarle ese cobro a los taxistas y a los transportadores, eso sería, como decía Marcos Pérez, el apague y vámonos.
Desde UNDECO y otras organizaciones afines hacemos un llamado al alto gobierno para que tome cartas en el asunto y se encargue de administrar esos recursos, para que se termine la corrupción que hay al interior de esa entidad manejada por algunas personas que ni siquiera son compositores ni intérpretes.
Entonces el llamado es a todas las organizaciones establecidas en Barranquilla, taxistas, transportadores, gremios de comerciantes, restaurantes, hoteles y todo lo que tenga que ver con el sector comercial, para que nos reunamos pronto y tomemos una decisión y propongamos el no pago, es decir, declarar la desobediencia civil para presionar al gobierno a intervenir.
Desde estas organizaciones alzamos nuestra voz de protesta y no estaremos nunca de acuerdo en que se siga maltratando a los tenderos, a los panaderos, ferreteros, droguerías, y vamos a elevar ante el gobierno nacional una queja para tratar de clarificar quién es el objeto de este cobro y cómo se está cobrando.
En el caso nuestro, de los tenderos y cantineros, no nos cobran con la factura en la mano sino con dos o tres agentes de policía que acompañan a los funcionarios de Sayco-Acinpro a pedir el paz y salvo, y si uno no lo presenta, entonces lo presionan cerrándole el establecimiento para que pague ese llamado tributo que para nosotros es un impuesto. Si fuera un tributo o una contribución, debe ser voluntario, y no obligatorio como lo exige la entidad.
Ya se ha producido muchas voces de protesta en todo el país, incluso de senadores y ministros que están en contra de esa situación. Repetimos que no estamos en contra de la ley porque es necesaria para proteger a los autores y compositores locales, regionales y nacionales.
Estamos en contra es por la manera represiva y abusiva con que Sayco-Acinpro aplica esta norma para presionar especialmente a los pequeños comerciantes para que paguen, una tienda 480 mil pesos, un restaurante 540 mil, y ahora hasta a los vendedores estacionarios se les quiere cobrar ese impuesto.
En un llamado urgente, es una voz de alerta, que muchas veces hemos levantado logrando algunas cosas. Ahora buscamos derogar la ley para que haya claridad y se determine realmente quiénes son los que deben pagar el tributo: los eventos musicales, grandes espectáculos, discotecas, que realmente sí viven, disfrutan, usufructúan, sacan provecho económico a la música, pero no una tienda, una farmacia o una ferretería, negocios que no explotan la música y que no deberían bajo ninguna circunstancia pagar ese tributo.
¡Unidos somos más!