Autor: Alejandro Duarte Rueda
Los comerciantes creemos que ha sido un año bueno, positivo y fructífero para los que vivimos en la ciudad de Barranquilla, movemos la economía, aportamos impuestos, generamos empleos y mano de obra; la ciudad se dinamiza, viene transformándose; igualmente sucede con el comercio al por mayor y al detal, y lo que podemos decir es que el 2015 ha sido un año realmente positivo para el sector.
Consideramos que el tema de la paz es sumamente importante, que hay que meditarlo, que hay que apoyarlo en la medida en que no se entregue todo, en la medida en que el Gobierno nacional tenga el poder en sus manos y pueda realmente ejercer la autoridad sobre este proceso de paz.
En lo que respecta a la empresa privada y al comercio en Barranquilla, podemos afirmar que las ventas han estado por encima del 10 y 12 por ciento. Ha sido un año realmente bueno y positivo, y creemos que a mediano y largo plazo la economía va a mejorar y los comerciantes vemos cómo la ciudad se dinamiza, avanzan los negocios y los centros comerciales, y abunda la alegría y el deseo de obtener triunfos en todos los aspectos, no solo en lo deportivo sino también en los reinados, que se den permanentemente.
Cuando se producen esos triunfos, cuando se dan esas alegrías, la economía de la ciudad cambia. Vimos cómo con los partidos del Junior en la Liga y en la Copa, las ventas aumentaron hasta un 37 y 40 por ciento sobre los índices normales en los establecimientos de comercio.
Eso en nuestra ciudad es muy motivante, ya que vivimos en un conglomerado donde la gente vive de las emociones, es una cultura totalmente emotiva, en la que las personas consumen y gastan y dan rienda suelta a sus emociones cuando se gana, y cuando se pierde la gente se pone triste y de mal humor.
Por ejemplo, en los establecimientos de comercio las ventas de licores en la fecha del último partid del Junior ante Nacional en el Estadio Metropolitano un incremento de más del 40 por ciento, igualmente fue notorio el repunte en el consumo de los artículos de primera necesidad.
Creemos que el año entrante la economía va a estar bastante motivada por la carestía del dólar, supremamente costosa, donde los productos van a encarecerse sobre el IPC y sobre todo por las consecuencias del Fenómeno del Niño, que ha ocasionado la disminución de los productos perecederos que vienen del campo.
Mucho se ha hablado del Fenómeno del Niño y de cómo ha venido afectando la economía agrícola y eso incide notoriamente en los precios de la canasta familiar.
Consideramos que hacia el futuro hay necesidad de incentivar un poco más los recursos que se requieren para promover la agricultura que es la que realmente se requiere para llevar los productos al consumidor final.
No olvidemos que las tiendas venden cerca del 60 por ciento de los productos de la canasta familiar barranquillera y atlanticense. También cabe recordar que las tiendas generan cerca del 67 por ciento de la venta de licores, cervecería y otros productos de consumo masivo.
Y así sucesivamente podríamos hablar de un año realmente positivo, y sobre todo placentero para todos los que habitamos y disfrutamos esta ciudad que nuevamente se vislumbra como la Puerta de Oro de Colombia.
¡Unidos somos más!