Autor: Alejandro Duarte Rueda
Esta semana los comerciantes, los empresarios y la comunidad en general vimos asombrados cómo la Superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios, Patricia Duque, revelaba que en esa entidad hay 54.567 denuncias y reclamaciones de usuarios de la Región Caribe contra la empresa Electricaribe.
El 40% corresponden al departamento del Atlántico, es decir, 21.786 quejas por fallas en el servicio, de las cuales la gran mayoría son de usuarios de Barranquilla.
Es increíble que en una ciudad como Barranquilla haya tantas reclamaciones contra la misma empresa. Hasta cuándo Electricaribe podrá soportar esta avalancha de denuncias y recursos y acusaciones de la comunidad, pues es mucho lo que se está hablando del mal servicio que presta la empresa y los continuos abusos que viene cometiendo contra los usuarios.
Creemos que es una entidad que debe ser intervenida a mediano y largo plazo por el Estado, ya que no hay otra manera de que Electricaribe pueda seguir prestando servicio.
Es una empresa inviable para la Costa Atlántica, en donde por su cultura y manera de ser, la población no resiste más atropellos y la mala calidad de sus servicios, con reclamaciones y protestas que crecen cada día más.
Sería preferible que el Estado volviera a tomar nuevamente las riendas de Electricaribe, porque la Región Caribe ya no aguanta más tanto atraso en lo económico y en lo productivo como consecuencia del mal servicio que viene prestando una de las empresas más controvertidas del país.
En las oficinas de la Superservicios en Barranquilla a cargo del doctor Elverth Santos ya no cabe un recurso más, las oficinas están repletas de demandas, reclamaciones, recursos y solicitudes, y la respuesta que da es sancionar al usuario que se queja, es perseguirlo.
En la Unión Nacional de Comerciantes, UNDECO, tenemos más de 7.000 reclamaciones por concepto del mal servicio y la persecución que viene ejecutando Electricaribe contra los usuarios.
Llega a una panadería, a una cafetería, a un hotel, a una talabartería, a una tienda, inmediatamente les facturan “energía consumida dejada de pagar”, cosa que nos parece muy extraña, que la empresa que está todos los días cobrando diga en un recibo que se han dejado de pagar seis o siete meses de energía y llega una factura por 5, 10, 20 y hasta 30 millones de pesos.
Es imposible que la Costa Atlántica pueda seguir soportando un abuso tan desmesurado.
El gobierno ha tratado de ayudar a esta empresa inyectándole capital y aportando todo lo que tiene a su alcance pero la empresa cada vez presta un peor servicio y aumenta su persecución contra los usuarios que han venido pagando irrestrictamente el servicio de energía.
Es que aquí Electricaribe persigue al comerciante y al empresario, no tiene que ver con los negocios y lo que le interesa es que la gente le pague energía dejada de facturar cuando ha prestado un mal servicio.
Los senadores y representantes nuestros, incluso alcaldes, han hecho todo lo posible para exigir a esta empresa que preste un buen servicio y eso ha sido imposible.
Y me pregunto hasta cuándo tenemos que soportar los racionamientos de energía, inclusive la falta de alumbrado navideño con el pretexto de que hay racionamiento.
Es inaudito que bajo ninguna circunstancia podamos saber a ciencia cierta qué es lo que está sucediendo. Nosotros pagamos y repagamos un mal servicio y este es cada día peor.
¡Unidos somos más!