Autor: Alejandro Duarte Rueda
En Barranquilla, la región y el país sólo se habla de política. Todos los candidatos quieren asegurar sus bastiones electorales, unos van y otros vienen, unos cambian de aval y otros cambian de partido.
Es decir, en estos momentos no hay un candidato que uno pueda decir, viene de tal partido y se ha conservado allí fielmente durante tantos años, sino que ahora buscan la conveniencia trasladándose de un partido a otro. (Transfuguismo)
Vemos cómo los liberales ahora les piden avales a los conservadores, y los conservadores les piden a los movimientos nuevos; en fin, uno ni entiende cómo se pueden avales a diestra y siniestra cuando estamos a menos de cuatro meses del debate y hay unos candidatos que aún no cuentan con avales.
Igualmente hay otros candidatos que se inscribieron con firmas y esas firmas hasta que no sean verificadas por las autoridades electorales tampoco sirven de nada, y así las cosas lo que nosotros vemos es un deseo vehemente por alcanzar una curul, por lograr un espacio en la vida política y las propuestas que generan esos candidatos no tienen mucho eco.
Vemos por ejemplo al Centro Democrático cómo está luchando por sacar candidatos nuevos, igualmente el partido Liberal, y hay otros que tienen candidatos con 20 o 30 años de estar en las corporaciones públicas, y no hay renovación.
Lo más importante sería que hubiera siquiera un 40 o 50 por ciento de renovación no solamente en el Concejo sino también en la Asamblea, en Alcaldía y Gobernación, con gente que traiga nuevas ideas y nuevas maneras de trabajar.
Observando el panorama de Barranquilla vemos cómo la ciudad en los últimos años se ha dinamizado y conseguimos una alcaldía con una alianza que ha permitido avanzar en el proceso de cambio.
Igualmente a nivel del departamento del Atlántico también se han dado cambios muy trascendentales e importantes que hacen que uno mire y escoja candidatos nuevos, jóvenes, para que representen con emprendimiento a la clase política, para que traigan nuevas ideas y formas de pensamiento, y la ciudad se oriente hacia cambios extraordinarios que es lo que realmente la gente está esperando.
Los comerciantes por su parte, están también en la mira de los políticos, quieren sus votos, quieren su apoyo, quieren que la gente promueva determinado candidato. Por eso, es importante que miremos con detenimiento las opciones que hay para poder dar un voto afirmativo hacia cualquier candidato que se presente en una forma oportunista buscando votos, y entonces ahí es donde el comerciante, que es una persona totalmente independiente, que no depende de un puesto público, ni de una recomendación, tiene la libre voluntad de votar por el candidato que quiera.
En lo que respecta a lo personal, considero que la gente joven es la que tiene que remplazarnos a los veteranos. El Centro Democrático viene liderando ese proceso de cambio, ha venido transformando las costumbres políticas, y pensamos que hacia el futuro es la fuerza que va a determinar el rumbo del país.
Son preocupantes las cosas que estamos viendo en estos momentos, como el hecho de que el Gobierno está entregando poco a poco la soberanía del país, y por eso es importante que la gente de bien vote a conciencia, sin dejarse engañar por mermelada, plata, puestos o burocracia, por nada absolutamente, sino que sea a conciencia.