Autor: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Los dos senadores Galán, sobrinos de la Directora de la Corporación Escuela Galán me exigen, so pena de ahorcamiento jurídico, en carta a la dirección de este diario que rectifique mis afirmaciones en donde comenté, para satisfacción del país, mi asombro porque esa entidad recibió en dos años del presupuesto nacional 114 mil millones.
No puedo hacer la rectificación en un todo, como ellos lo piden, porque me exigen que sea un día domingo y este periódico no circula los domingos.
Me piden que afirme que mentí cuando dije que las operaciones de la Corporación son creíbles pero no comprobables. No puedo, porque siendo imposible comprobar que todas las clases y conferencias y orientaciones se dieron una a una y corresponden a lo aseverado que se pagó con los 114 mil millones, debe creerse que se dieron.
Admito que estaba mal informado cuando di mi opinión en relación a que yo creía que la Contraloría General de la República auditaba sus cuentas y que estaban obligados a hacer licitaciones y no a adjudicar de manera directa. Ellos me aseguran que están exentos de ese control y obligación.
Admito también que supuse de manera equivocada que doña Gloria Pachón, su madre, recibió algún emolumento de esos 114 mil millones ya que quien devenga de esa Corporación es su tía y del Estado son sus dos hijos senadores y su tercer hijo cónsul en París y doña Gloria recibe pensión de viuda.
Eso sí, dejo expresa constancia que yo, como millones de colombianos estamos equivocados cuando pensamos en voz alta que los hermanos Galán tienen relación con la Corporación Escuela Galán que recibió los 114 mil millones. Es una exageración de novelista.
¡EXCÚSENOS!
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Nota del Editor: La publicación a la que hace alusión el escritor puede verse aquí...