Autor: Desconocido
Zapatoca, fundadora de pueblos y ciudades
A principios del siglo XVIII Zapatoca extendía sus dominios por toda la inmensa región de Santander: por el occidente limitaba con el Río Suárez (Saravita), desde la desembocadura en él, de la quebrada Lubitoca, hasta el chicamocha; por el Norte, este río abajo hasta entregar sus aguas al Magdalena; por el Occidente estaban sus tierras enmarcadas por el curso del gran río; y por el Sur, era línea limítrofe la mencionada quebrada Lubitoca hasta su nacimiento y seguía en la misma dirección hasta el Magdalena.
Todas estas tierras, exceptuando la región de Zapatoca, eran casi totalmente vírgenes y solamente habían sentido las pisadas de los Yariguies, Opones y Carares; y luego, en 1536 las pisadas de los soldados de Jiménez de Quesada, que desde la Tora rompieron la maraña hasta llegar a los dominios de los Chipataes, para seguir a los terrenos del señor de Bacatá.
La primera ciudad fundada en esta gran región fue la “Ciudad de León”, el 26 de octubre de 1552, pero por muy poco tiempo, porque su nacimiento no contó con la autorización de la Real Audiencia. Luego, los intentos de fundación de “San José de la Llana”, en 1767, y del “Bustillo de Oro”, en 1817, no perduraron; ni siquiera la primera erección de San Vicente de Chucurí, en 1846.
Hubo otra fundación, el 5 de junio de 1839, la del Distrito de “Nueva Socorro”, en el territorio comprendido entre la Cordillera de los Cobardes y el Río Magdalena, y en sitio “Bermejales”, que llegó a ser parroquia por Decreto Arzobispal del 14 de febrero de 1840.
La erección de esta parroquia surgió del óptimo proyecto de comunicar a la ciudad del Socorro con el Magdalena, con la apertura de una vía que se llamó “Camino del Opón”, que tendría como estación intermedia la ciudad de “Nueva Socorro”, y para lo cual se fundó la “Compañía del Camino del Opón”.
Así se había abierto al progreso aquella vastísima región regada por los ríos Opón y la Colorada. El Arzobispo nombró, como primer cura al Pbro. Miguel Acosta; pero este sacerdote no se sintió con arrestos de conquistador y no pudo soportar mucho tiempo el vivir en ese apartado e insalubre lugar, y así, el 7 de agosto de 1848 las autoridades civiles y eclesiásticas firmaron el acta de defunción de “Nueva Socorro”, declarándola inexistente.
Fue así Zapatoca la primera ciudad estable, como un oasis de civilización en el inmenso territorio de la margen derecha del Magdalena, en su recorrido por Santander.
Esta Villa ha seguido adelante en sus mas de 250 años de existencia, no con el rápido crecimiento de las grandes ciudades, porque sus tierras son pobres y las fuentes de empleo escasas, pero su vida ha sido vigorosa hasta prolongarse en otros pueblos importantes, que son como las joyas de su corona, y que en orden de fundación son las siguientes:
Galán,
Betulia,
San Vicente,
La Fuente y
Barrancabermeja.
La fundación de estas cinco Villas surgieron en el antiguo y extensísimo territorio de Zapatoca y porque fueron gentes de esta tierra quienes las formaron y porque fueron organizadas por hijos de Zapatoca; no podemos trazar sus historias porque estos pueblos merecen que haya amantes de su tierra y amigos de escarbar papeles antiguos y viejas tradiciones, que escriban el relato de los acontecimientos dignos de perpetuarse en la memoria de sus hijos.