Autor: Desconocido
A través de la historia, el póker se ha ido consolidando como uno de los juegos de mesa más fascinantes que existen. Se trata del juego de cartas con más adeptos en el mundo y que ha crecido tanto hasta el punto de convertirse en un espectáculo de masas con importantes eventos deportivos por todo el mundo.
Posiblemente una de las claves de su éxito ha sido su evolución, desde aquellos lejanos tiempos en que se jugaba en cuartos escondidos, hasta los lujosos casinos que lo acogen en la actualidad.
Lo mismo ocurre con la mecánica del juego, donde en sus comienzos se apoyaba básicamente en engañar a su rival, hasta los tiempos modernos donde la estrategia se respalda fundamentalmente con las matemáticas.
Por si fuera poco, la llegada de las nuevas tecnologías con el póker online le han proporcionado un carácter universal que le hace llegar hasta los puntos más recónditos del planeta. La infinidad de salas de póker virtuales que existen en la actualidad, facilitan el acceso al juego a cualquier persona independientemente de su nivel y experiencia.
En estos sitios las personas pueden disfrutar del póker como modo de entretenimiento e incluso, hay quien hace de él una forma de ganarse la vida con las partidas de cash y los torneos que ofrecen. Además algunas de estas salas proporcionan la posibilidad de aprender y conocer las reglas del juego para los no iniciados.
Pero para llegar hasta lo que es hoy, hay que remontarse muy atrás en el tiempo para conocer unos orígenes que presentan mucha confusión por las diferentes informaciones. Hay quien afirma que el juego fue inventado en China sobre el 900 A.C.
Por otra parte también se atribuye esta propiedad a los persas y a algunos países europeos. Pero la teoría más plausible y reconocida es que llegó a territorio norteamericano de la mano de los franceses allá por el siglo XVIII, para después comenzar a adquirir una gran popularidad a principios del siglo XIX en el Valle del Mississippi.
En aquellos días el póker se jugaba con una baraja de 20 cartas a diferencia de la actual con 52. Mientras se extendía por el país ayudado por la Fiebre del Oro, comenzaron a aparecer diferentes variantes como el Stud o el Draw, algunas de las cuales se vieron frenadas por las leyes contra el juego hasta que en 1831 el estado de Nevada cambió su posición autorizando los casinos de juegos, lo que le convirtió en el único territorio de los Estados Unidos en el cual se podía jugar. Esto continuó así hasta 1978, fecha en la que Atlanta se sumó a esta condición.
Pero el póker experimentó su boom definitivo con la llegada del Texas Hold’em, la modalidad más popular actualmente. No se sabe con certeza en que momento apareció aunque los primeros documentos que hacen referencia a ello son de la legislación estatal de Robstown, un pequeño pueblo al sur de Texas, en 1900. Allí comenzó el póker como hoy lo conocemos.
Sería a partir de 1970 cuando la historia de este juego vivió un momento determinante con la creación de las Series Mundiales de Póker (WSOP) por parte de los hermanos Jack y Benny Binion en su mítico Casino Binion´s Horseshoe de Las Vegas.
A partir de ese momento el Hold’em se extendió por todo el país para más tarde cruzar a Europa y el resto de continentes.
El número de jugadores de póker no ha dejado de crecer en todo el mundo desde entonces, pero la llegada del póker online hace unos años ha supuesto el despegue definitivo a nivel global. Ahora son millones de personas las que juegan póker cada día desde su propio hogar.
Sumado a esta comodidad, algunos torneos de póker online dan la posibilidad de conseguir una entrada para participar en los grandes eventos en vivo, algo realmente atractivo para muchos jugadores que no pueden costearse una inscripción de ese calibre.
Ese fue el caso de uno de los jugadores que en 2003 revolucionó la historia moderna del póker, Chris Moneymaker. Este contable estadounidense consiguió su asiento para el Evento Principal de las Series Mundiales a través de un torneo satélite online y contra todo pronóstico eliminó a todos sus rivales alzándose con el título de campeón y con el primer premio de 2,5 millones de dólares.
Si hay algo evidente es que el póker actual poco tiene que ver con aquel que llegaba a América hace unos 3 siglos. Ahora miles de jugadores profesionales de todo el mundo se educan y preparan con ahínco.
Las mesas de póker de los grandes torneos están plagadas de jóvenes con carreras universitarias que se lanzan a este juego con la misma dedicación que lo harían a cualquier otra profesión. La gran mayoría cuando no juega estudia libros para pulir sus defectos y sentarse en la mesa con más garantías de éxito.
La picaresca y el engaño de los primeros tiempos han dejado paso a las matemáticas y el cálculo de probabilidades. Los jugadores se apoyan en herramientas externas como el HUD (software que aporta datos estadísticos de rivales y demás) para ayudarse en su toma de decisiones cuando compiten en las mesas virtuales.
Pero los que huyen de estas técnicas no deben desesperar, a pesar de todo el camino recorrido, en el póker en vivo aún hay lugar para la picardía y el instinto. Eso sí, ahora las probabilidades para ellos se han visto reducidas.