Autora: Diana González Torres
En diciembre, la Casa Museo Jorge Eliécer Gaitán enseña al público una nueva disposición de su exposición permanente, gracias al proyecto de renovación museográfica que ha venido adelantando en este espacio la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia.
Con el propósito de brindar mayor accesibilidad, proximidad con los espacios y bienes de la casa, y con la firme intención de desarrollar un mejor esquema de interpretación y narración museográfica, el proyecto establece, entre otras acciones, la visibilización de cien objetos con los que ahora se busca dar a conocer la relación y/o importancia que tenían para el “Tribuno del pueblo”, como se le conociera también.
Su micrófono personal, por ejemplo, es uno de los objetos que ha cambiado de ubicación con la nueva propuesta museográfica, pues fue un elemento de gran importancia para el líder político, quien, según varias versiones, lo llevaba consigo toda vez que fuera necesario.
Poseedor de las facultades físicas e intelectuales de los grandes oradores, unidas a un sólido conocimiento de las necesidades socioculturales bogotanas, Gaitán encontró en el micrófono de alta velocidad RCA 44-BX -fabricado en 1932 por la Radio Corporation of America (RCA) para uso en espacios abiertos y en estudio- una herramienta útil e imprescindible para la amplificación sonora de su discurso.
Este micrófono se caracterizaba por su alta fidelidad y resistencia, así como por su sólida estructura, la cual le permitía soportar tratos fuertes y responder eficientemente con alta calidad sonora sin importar cambios de temperatura, humedad, ni presión barométrica.
De ahí que Gaitán decidiera utilizar el suyo y no los dispuestos en los lugares en que pronunciaba sus arengas, como cuando, el 7 de febrero de 1948, se dirigió a las masas con su comúnmente conocida “Oración por la paz”, durante la Marcha del Silencio, en la Plaza de Bolívar, en Bogotá.
Este fue uno de sus más importantes y conmovedores discursos proclamados durante su gestión política, ya que al lugar asistieron alrededor de 100 mil de los cerca de 400 mil habitantes con los que contaba la ciudad para esa época, según datos aportados por historiadores.
Bajo estas condiciones, la Plaza de Bolívar fue insuficiente para concentrar allí a la multitud que debió permanecer en las calles aledañas; una muestra fidedigna de sus dotes como orador ante la manifestación más grande realizada hasta ese momento en el país.
Sus proclamas, en las que revelaba con fervor su profundo interés por las causas sociales, y las multitudinarias concentraciones de simpatizantes que lo acompañaron durante las mismas, revelaban con gran claridad su carácter de líder innato.
Por eso, aprovechó la funcionalidad de este micrófono, pues, indudablemente, le sirvió para llegar con su discurso a una mayor cantidad de masas y, con ello, al desarrollo de una vertiginosa carrera de ascenso político.
La intencionalidad del proyecto
Diferentes relatos históricos se integran a la renovada Casa Museo Gaitán con el fin de “profundizar en un personaje que ha sido banalizado”, afirmó Cristina Lleras, tutora del proyecto, para quien esta iniciativa representa la oportunidad de generar un espacio de reflexión y discusión en torno al líder popular. “Lo interesante es poder ver la complejidad de este personaje y no solo uno de sus lados”, agregó.
Al respecto, el diseñador Carlos Rojas, de la Dirección de Museos, a cargo del diseño del proyecto de renovación, explicó que la idea es también desarrollar un nuevo discurso en el que el eje sea la interpretación de la vida social, familiar, profesional, política y académica de Jorge Eliécer Gaitán, así como “mostrar la importancia de la Casa, mostrar la importancia del museo, pues, la casa de por sí es un universo”, concluyó.
Por su parte, el profesor Edmon Castell, director del Sistema de Museos, aclaró que ampliar la accesibilidad al patrimonio cultural presente en la Casa Museo Gaitán es uno de los grandes retos que empiezan con esta primera etapa del proyecto.