Autor: Desconocido
En Carolina del Norte, Estados Unidos, ocurrió un hecho conmovedor en medio de la tragedia. Una casa comenzó a incendiarse rápidamente y los bomberos llegaron para tratar de apagarlo. Uno de los bomberos entró por el segundo piso y halló una perra doberman angustiada cuidando sus cachorros recién nacidos. Procedió a alzar a la perra y echar en sus bolsillos a los cachorritos.
La perra tenía grandes parches de quemaduras en su cuerpo y chillaba lastimera sin dejar de estar pendiente de sus hijos. El bombero por fin la sacó de la habitación y la llevó al jardín delantero de la casa. Otras personas y bomberos tomaron los animales y los llevaron junto a la ambulancia para atender sus heridas.
Cuando finalmente se apagó el fuego, los bomberos se dispusieron a tomar un breve descanso para tomar un poco de aliento. Pero había un testigo quien marcaría la diferencia de esta simple historia.
Observaba que la perra Doberman miraba en la distancia al grupo de bomberos, especialmente hacia el lugar donde se encontraba el bombero que la salvó. Sin más preámbulos el testigo, fotógrafo del Periódico Noticias de Carolina del Norte decidió alistar nuevamente su cámara fotográfica porque creía que algo muy especial estaba a punto de suceder.
Y efectivamente, vio la perra irse caminando adolorida por sus quemaduras y llegar a donde se encontraba el bombero que la había rescatado con sus críos.