Autor: Nicolás Renowitzky R.
Hay personajes que solo reenvían malas noticias locales. Las dos o tres buenas noticias diarias jamás las reenvían, ni las reenviarán. Nunca he recibido de estos un correo sobre los cientos y cientos de tramos pavimentados en los barrios subnormales, generando el más positivo cambio imaginable; ni cuando se entregan, una a una, las decenas de escuelas remodeladas, con aire acondicionado y condiciones dignas para los estudiantes; nunca una sobre los nuevos Pasos, ni sobre los Caminos, ni sobre los centros de 0 a siempre, ni las casas para los de la tercera edad, ni sobre las más de 68.000 meriendas diarias, jamás sobre los nuevos hospitales, ni sobre los arroyos canalizados en esos barrios antes olvidados, ni sobre el Corredor Portuario, ni sobre la Intendencia innaugurada ayer.
Pero si a una sola de los cientos de cuadras pavimentados en el sur-occidente o en el norte, le falla el pavimento y sale en un periódico, enseguida reenvían esa noticia a decenas de personas, para demostrar que aquí todo es malo.
No cabe la menor duda de que si algunas personas se dedican a escudriñar para buscar noticias negativas, las encontrarán. Pero el caso es que si algunos malos vecinos de un parque recién innaugurado, comienzan a destruirlo, y esa noticia aparece en la prensa, no la reenvían porque la responsable no es la administración, que es a quien le enfilan las baterías.
Qué tal reenviar el hecho de que para el 2.015 Barranquilla contará con un presupuesto de más de $2.2 billones, de los cuales 3% son para el pago de la deuda de la Ley 500, 8% para gastos de funcionamiento, y 89% para inversión. ¿Por qué no se meten en Google y buscan para que aprecien cuales son las proporciones en el resto de capitales del país?
Pero esa magnífica noticia, en vez de alegrar y ser reenviada, les genera malestar, porque es demasiado buena, y va contra lo que se quiere resaltar. Opino respetuosamente, que no es esa la manera de "hacer patria chica", ni de ser feliz.